Zebenzui Díaz es un todoterreno 4x4. Natural de Santa María de Guía, el joven fisioterapeuta se ha propuesto un reto al alcance de pocos. Quiere llegar hasta la cima de los siete picos más alto del mundo. "Es un sueño, no tengo una fecha ni un objetivo, sino las ganas de cumplirlo poco a poco", matiza. El alpinista está coronando esta semana los siete más altos de España para entrenarse.

El grancanario ha reservado sus vacaciones para completar la hazaña de coronar los siete montes más altos de España como un entrenamiento. Así, el domingo pasado subió el Mulhacen, La Alcazaba y el Pico Veleta, todos en Sierra Nevada, en un solo día. "Lo importante es que haga buen tiempo, porque sino no podré completar este pequeño desafío", detalla el guiense.

Los tres picos de Sierra Nevada tienen más de 3.350 metros cada uno. "Los subí todos en menos de nueve horas", revela Díaz, que superó un desnivel de más de 2.000 metros acumulados. "En total son 48 kilómetros, tampoco es tanto", dice humildemente. Pero su proeza no termina ahí. Ayer llegó a los Pirineos en Huesca, donde tiene pensado subir el Monte Perdido (3.355 metros), Pico Aneto (3.404 metros) y El Posets (3.369 metros) antes del fin de semana.

"El sábado o el domingo tengo que estar en Tenerife para subir el Teide (3.718 metros)", indica Díaz, que espera que el buen tiempo le permita subir los tres picos de los Pirineos cuanto antes. Todo esto no es más que un entrenamiento que Zebenzui realiza con vista a seguir su gran objetivo a largo plazo, los siete picos más altos del mundo: Monte Elbrús (Rusia, 5.895 metros), Kilimanjaro (Kenia, 5.642 m.), Denali (Alaska, 6.910 m.), Puncak Jaya (Indonesia, 4.884 m.), Aconcagua (Argentina, 6.962 m.), Monte Everest (Nepal, 8.848 m.) y Macizo Vinson (Antártica, 4.892 m.).

De momento ya ha coronado dos. "En agosto -2018- hice el Monte Elbrús, en Rusia, y luego en diciembre el Kilimanjaro, en Kenia", revela. El alpinista se considera un aficionado pese a haber subido dos montañas de más de 5.500 metros cada una. "Tampoco es nada del otro mundo", afirma. Este año tenía pensado hacer el Denali en Alaska, pero lo retrasó por problemas burocráticos, y en diciembre quiere completar la Aconcagua, en Argentina.

"Todo esto lo hago pensando en llegar lo mejor posible a Sudamérica", subraya. Su pasión por el alpinismo le viene de pequeño. "Siempre fui mochilero, por desgracia para mi madre, que siempre está preocupada", indica con cierto humor el grancanario, que no para de chequear el tiempo para ver si podrá completar su reto en los Pirineos.

Inclemencias meteorológicas

Precisamente, cuando subía el Monte Elbrús la meteorología jugó en su contra. "Fue una experiencia muy fría. Con muchas horas a 30 ó 40 bajo cero", explica. Zebenzui reconoce que la mente juega un papel clave en esos momentos. "Uno lleva todo el equipo necesario para no pasar frío, pero hay que ser fuerte mentalmente". El guiense revela que pensaba en el calor de las Islas en esos momentos. "Eso ayudaba, aunque no lo creas", asegura.

Su segunda escalada fue mucho más agradable. "El Kilimanjaro fue algo increíble. Hice cima el día de mi cumpleaños, ciertamente un día que no olvidaré jamás", señala. Zebenzui se paga él mismo sus aventuras. "Es algo que hago por mi cuenta, poco a poco, porque subir al Everest son 30.000 euros y el Macizo Vinson unos 40.000 euros", revela.

De momento, el guiense está centrado en la meteorología para subir los tres picos de los Pirineos y completar su particular desafío de entrenamiento. "Me gusta hacer estas cosas solo, me organizo toda la logística, es parte de la aventura", argumenta. Cuando suba los siete picos de España intentará volver a Marruecos una vez antes de partir a Argentina. "Fue donde me enganché realmente al alpinismo, la cordillera del Atlas es un lugar increíble para practicar alpinismo", asegura Zebenzui, trepador nato.