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Fútbol

El majorero que conquistó China

Yaki Yen, ex de Fuerteventura, Pájara Playas o Cotillo, se proclamó campeón de la Segunda División del gigante mundial | Yaya Touré, su compañero en el Qingdao

El majorero Yaki Yen, con su hija Paola en brazos, celebra el título liguero. A la izquierda, el costamarfileño Yaya Touré. LP

"Yo me metí en aquel avión sin saber muy bien qué iba a pasar y mira... Cerré los ojos y a ver hasta dónde llegaba". Para entender como un majorero sin experiencia en el mundo profesional del balompié en España ha llegado a ser campeón de la Segunda División en China, acompañado de ilustres del balón como el costamarfileño Yaya Touré -ex del Barcelona y City- o Juanma Lillo -entrenador de equipos como Salamanca, Real Sociedad o Real Oviedo- , habría que empezar por el comienzo. Y el inicio de esta historia, cuyo último capítulo es un ascenso con título a la Superliga China, está en los propios orígenes de Yaki Aythami Yen Tavío, el majorero que conquistó el país asiático.

Sus apellidos no engañan. De madre canariona y padre taiwanés, Yaki Yen llevaba una vida metido en los campos de fútbol. Pasó por la UD Fuerteventura, el Lucena, Atlético Granadilla, Pájara Playas y Cotillo, siempre entre la Segunda B y la Tercera División. Hasta que una llamada desde Taiwán revolcó su vida hace cuatro años. "Mi padre coincidió con gente de la Federación de Taiwán allí y les comentó mi historia. Les dijo que me podían gestionar una prueba con ellos. Fui para allá, les gusté y empezaron a tramitarme el pasaporte para conseguir la nacionalidad", apunta. Un documento que le abrió las puertas a la selección asiática y a la Superliga China. "Jugué unos partidos de clasificación para el Mundial de Rusia y eso me abrió la puerta a China", señala el central majorero, que firmó entonces un contrato de cinco temporadas con el Changchun Yatai de la máxima categoría.

Cerca del mar

Sin embargo, la temporada pasada Yaki Yen cambió de aires. Bajó un peldaño, se marchó a la categoría de plata y se hizo un hueco como fijo en la zaga del Qingdao Huanghai. "El cambio fue bueno. Me adapté rápido al equipo y a la ciudad, que la verdad es que es muy bonita. Qingdao es costera, más moderna que donde estaba antes, que igual sí estaba algo más atrasada. Pero es que aquí tengo hasta playa", cuenta el zaguero de 30 años, que reside en esta urbe de más de 6 millones de habitantes con su hija Paola y su mujer Patricia, también majorera.

El primer año, Yaki Yen acabó cuarto clasificado con el Qingdao Huanghai. Este año, el ascenso era el objetivo. "Aunque esto es un equipo relativamente nuevo, que tiene siete años de historia solo, la meta nos la dejaron clara desde el principio: intentar subir a la Superliga", recalca desde su casa en Qingdao, donde aún le resta un año de contrato. "Aquí se vive muy bien. En Fuerteventura pagaba por ir a jugar y aquí me pagan por ello, no me puedo quejar. Además es relativamente barato y tenemos buenas condiciones para el fútbol y calidad de vida", explica Yen, que admite que la mejor que se maneja en China es su esposa.

Si el primer año tenía a compañeros como Joan Verdú -ex del Espanyol- o Fran Sandaza -ex del Girona y Lugo, hoy en el Alcorcón-, este curso se quedó sin compatriotas sobre el césped. No obstante, el caché del equipo subió con un campeón de Europa y bicampeón de LaLiga con el FC Barcelona y tricampeón de la Premier League con el Manchester City: Yaya Touré. Aunque llevaba unos meses retirado, la oferta china le sedujo. "Es un tío que ha estado con los mejores. Me llevo muy bien con él y en el campo se nota un montón cuando está, su influencia en el juego y su orden táctico. Es un lujo. Defiende como un animal, se lo deja todo", sentencia el isleño.

Yen, que no cuenta como extranjero al poseer la nacionalidad taiwanesa, se encontró al llegar con Jordi Vinyals en el banquillo. "Él ya veía muy bien el fútbol, con la filosofía Barça. Siempre he tenido entrenadores españoles y la comunicación ha ido rodada", asegura. Pero si hay alguien que aúne filosofía y balón es Juanma Lillo. "Aquí no lo conocían tanto, pero para mí fue increíble. Los jugadores chinos no tenían ni idea de quién es. Solo con saber que Guardiola fue a aprender de él, te dice lo mucho que vale. Es un lujo cada día. Con él activé el modo esponja desde el primer segundo. Ha sido una experiencia increíble", sentencia. "Entiende el fútbol de una manera diferente", puntualiza Yen.

Con el traductor pegado, Lillo reforzó y moldeó la idea que dejó Vinyals para hacer al Qingdao Huanghai campeón. "Hay palabras difíciles, es una barrera poder llegar a los jugadores chinos, pero él lo está consiguiendo. Tienen la idea captada", confiesa.

Ahora Yen prepara las maletas para descansar unos días en Tailandia antes de regresar a Fuerteventura, ver a sus familias y amigos y volver a encarar otra temporada en China. "Mi profesión ahora es futbolista a tiempo completo, algo que no me podía ni imaginar. Gano bien, no me puedo quejar y es un regalo. Todo está abierto, pero espero poder volver", culmina Yaki.

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