Las condiciones meteorológicas que se dieron ayer en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria impidieron la celebración de la jornada inaugural de la Semana Olímpica Canaria de Vela, prueba internacional que organiza el Real Club Náutico de Gran Canaria y que en su edición número 21 congrega en la Isla a más de 200 regatistas en representación de 26 países.

Únicamente las embarcaciones de las clases Laser Standard y Radial salieron finalmente al agua por decisión del comité de regatas, tras un aplazamiento en tierra en el que se acordó que el resto de las categorías de vela ligera participantes permanecieran en las instalaciones de la entidad anfitriona.

A pesar de ubicar el campo de regatas denominado Charlie más cercano a tierra, las fuertes condiciones de viento y mar resultaban muy duras, acentuadas cada vez que entraba un chubasco, momento en el que la visibilidad era prácticamente nula y haciendo muy complicado cumplir con las medidas de seguridad.

Hasta 42 nudos llegaron a marcar alguno de los anemómetros con los que el comité de regatas mide la intensidad del viento. Los intentos de llevar a cabo alguna prueba en las aguas de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria resultaron baldíos.

En este aspecto, Jano Toro, entrenador de la Real Federación Española de Vela que se encuentra estos días en Gran Canaria para seguir las evoluciones de los regatistas de los equipos preolímpicos y juvenil de la clase Laser Standard, se mostraba de acuerdo con la decisión de mandar la flota a tierra.

"Había momentos en los que se podía navegar, pero la incertidumbre de hasta dónde podía subir el viento cuando entraba el chubasco era un riesgo demasiado alto para asumirlo", afirmaba.

Joel Rodríguez, regatista grancanario integrante del equipo preolímpico masculino de España junto a su paisano Joaquín Blanco, también coincidía con la opinión del preparador.

"Aunque el nivel de la flota de Láser este año es muy alto, y la gran mayoría hemos encontrado alguna vez estas condiciones en competiciones internacionales, la visibilidad hoy -por ayer- era muy baja en el campo de regatas. El tiempo que estuvimos en el agua fue suficiente para probar velocidad con los compañeros, y sobre todo la vuelta a tierra la aprovechamos al máximo para entrenar", explicaba el navegante del Real Club Náutico de Gran Canaria.

Los miembros del comité de regatas esperan que cambien las condiciones meteorológicas y que esto permita iniciar la actividad competitiva en esta Semana Olímpica Canaria de Vela, que se desarrolla en aguas de la capital grancanaria hasta el próximo domingo.