El esfuerzo y el afán de superación ya tiene nombre y apellidos para el colectivo arbitral de la provincia de Las Palmas. El jueves, un total de 59 personas vinculadas al Comité Técnico de Las Palmas recibieron su justa recompensa pública a su dedicación e implicación en el arbitraje; otro grupo de distinguidos, el de aquellos que dan sus primeros pasos, también tuvo su tiempo para el reconocimiento.

En un ambiente navideño, donde la camaradería y el jolgorio no pudo faltar, la cena arbitral volvió a demostrar, una vez más, que los integrantes de este colectivo configuran una gran familia, como así lo avalan el medio millar de comensales que se congregaron en las instalaciones de El Cortijo Club de Campo, en el municipio de Telde.

Pero los árbitros no estuvieron solos. Contaron con el respaldo de los máximos representantes federativos, con el presidente de la Interinsular, Antonio Suárez Santana, al frente, y de los dirigentes políticos. A esta cita acudieron el director general de Deportes, Manuel López Santana, así como los alcaldes de Telde, Héctor Suárez Morales; de Moya, Armando Raúl Afonso Suárez; y La Aldea, Tomás Pérez Jiménez. Disculpó su ausencia, por cuestiones de salud, el de Arucas, Juan Jesús Facundo Suárez. En esta ocasión, los árbitros de Gran Canaria también contaron con el respaldo de una delegación del Comité Tinerfeño, encabezada por su máximo responsable, Alejandro Morales Mansito.

Además de trofeos, metopas e insignias a aquellos colegiados que han obtenido las mejores calificaciones en los distintos procesos de evaluación a los que han sido sometidos durante la temporada, también se entregaron distintos trofeos que han sido apadrinados por las familias de personas que han hecho historia en el Comité, casos de los extintos presidentes Esteban Hernández Galván o Juan Martín Sosa.

Si bien en este tipo de actos los momentos más emotivos se guardan para el final, en el caso del Comité de Las Palmas se hicieron al comienzo. Fue un tiempo en que para muchos se hizo un nudo en la garganta y que en otros se humedecieron los ojos.

Especialmente llamativo fue el homenaje que se rindió al colaborador Antonio Medina Sosa, recientemente fallecido. Medina fue persona que hizo de la discreción su norma de conducta y la discreción su filosofía de trabajo. Este reconocimiento fue recogido por su pareja sentimental de manos de uno de los mejores amigos en el Comité, Santiago Morales.

El hijo de la compañera de Antonio Medina expresó una frase que definió claramente su personalidad. "El no era mi padre natural, pero lo traté como tal", dijo ante el respetuoso silencio de los asistentes.

Otro momento emotivo de la velada tuvo como protagonista a Vicente Díaz Rodríguez, hasta hace pocos días delegado y formador de los árbitros de fútbol sala. Díaz Rodríguez hacía un punto y seguido en su vinculo con el Comité. Después de más de una veintena de años en las que el grancanario ha arbitrado en la máxima categoría nacional, en el momento de su despedida tuvo a su lado al tinerfeño Nel, con el que hizo pareja arbitral durante su permanencia en Primera División.

Esta cena también sirvió para reconocer la jubilación del periodista deportivo Sergio Sánchez Perdomo, persona que durante muchos años no sólo ha levantado acta de los acontecimientos más destacados del fútbol base de Las Palmas, sino que ha sido colaborador del Comité de Árbitros. La gala fue presentada por él y se quedó sorprendido cuando el Comité le reconoció su trabajo con un video fotográfico. El reconocimiento se lo entregó el delegado de Las Palmas, Blas Herrera Jiménez, persona con la que ha trabajado mano a mano en los últimos años.