Hugo Latorre lleva en sangre el ADN de la competición. Con 11 años, en su primera temporada en kartings ha logrado ser campeón de Las Palmas y subcampeón de Canarias y Santa Cruz de Tenerife en cadete-rotax. "En mi casa huele a gasolina y se habla poco de fútbol", asegura el joven corredor, que sueña con ser Ayrton Senna: "Todo piloto quiere llegar a la Fórmula 1".

Hugo Latorre comenzó este año a correr los campeonatos provinciales y el autonómico después de probar los karts con tan solo 9 años. "Las navidades pasadas mi abuelo me regaló mi primer kart", revela con ilusión. Y es que Hugo es la tercera generación que pilota karts en su familia. La comenzó su abuelo años atrás y su padre, Juan Luis Latorre, fue subcampeón de España en 1994.

A Hugo le gusta correr, la sensación de velocidad, "el subidón de adrenalina". Lo lleva en los genes. "Me encanta competir, las carreras... pero más que nada me gusta ganar", subraya con ilusión. De momento no le ha ido mal, ya que se ha subido al podio en la mayoría de carreras del 2019.

Levantó el título provincial con destreza, venciendo en las dos primeras carreras en Lanzarote. Las siguientes dos, en Gran Canaria, fue segundo, y en las últimas dos, también en Maspalomas, fue tercero y cuarto. "Me ha motivado a seguir peleando, porque en el mundo de las carreras puede pasar de todo", afirma.

De momento, Hugo no ha tenido ningún percance ni accidente serio en los circuitos. "En la última carrera, en Tenerife, tuve que abandonar porque pinché después de un toque con un piloto", dice con total naturalidad Hugo, que tampoco descuida la mecánica de su bólido. "Los reglajes lo son todo en una competición donde todos tenemos el mismo motor", subraya. De la mecánica se encarga Gonzalo Artiles, quien ya fuera mecánico de su padre hace 25 años.

El grancanario pilota un Tony Kart con motor Rotax de 125 centímetros cúbicos refrigerado por agua. "Son muy rápidos", asegura su padre. "En los circuitos de Lanzarote y Tenerife el kart llega a alcanzar los 95 kilómetros hora", añade Juan Luis, que se encarga de gestionar sus patrocinios. "Es un deporte caro, sin Muebles Laver, Recreativas Infinity y Lagares Abogados no podríamos correr", detalla.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, Hugo ya tiene clara su lista: "Un mono nuevo, el volante para la Play, y poder seguir corriendo en karts. Y, si puede ser, participar en alguna prueba en la Península".

Y es que en su tiempo libre pasa mucho rato jugando a la consola. "Me gustan los juegos de coches", como era de esperar. Además, comparte la obsesión de su padre de ver películas de carreras o pilotos una y otra vez. "De pequeño mis cintas acababan rayadas y me compraba las películas tres veces", recuerda Juan Luis. Estas navidades, toca la película de Ayrton Senna. "Era el mejor, ahora la Fórmula 1 es bastante aburrida", dice Hugo, que tendrá que llegar al 'Gran Circo' para que resurja la emoción por la F1.