El Pabellón de La Casilla de Bilbao, uno de los grandes templos del boxeo vasco y estatal, no reaccionó bien cuando los jueces, a través del speaker, dieron a conocer su veredicto sobre el combate que enfrentó en la noche de este sábado al grancanario Nano 'Gallito Santana' y al colombiano Fran Mendoza. Y es que la división de opiniones, con numerosos pitos desde el gradería que se colaron en la retransmisión televisiva, pusieron en jaque la resolución de los jueces: una decisión unánime para dar como vencedor a Mendoza, el púgil afincado en Vitoria.

Porque la igualdad marcó un combate tachado como precioso para los aficionados al cuadrilátero: de ataque, intenso, de golpes precisos y talento, de técnica vistosa. Sobre todo, por parte de Santana, que llegaba a su décimo combate en busca de su octava victoria como profesional. Sin embargo, la balanza de los jueces se decantó a favor del boxeador colombiano con controversia. Por ejemplo, dos instituciones en la materia como Gonzalo Rodríguez y Jorge Lera, comentaristas de Eurosport, cadena televisiva que siguió el evento en directo, colocaron a Santana como ganador del combate mientras los jueces terminaban sus cábalas. Una muestra de lo reñido que estuvo el asunto y de que la decisión pudo caer hacia cualquiera de los dos lados. Los comentarios en las redes sociales también se ponían de lado de Santana, que condujo gran parte de la contienda a su favor de manera clara.

Un golpe casi letal Nano Santana, dirigido por Carlos Formento, aguantó la entrada correosa de Mendoza, que buscaba esquinar siempre al grancanario. Estuvo fino de piernas el isleño en el primer asalto, esquivó la emboscada y casi da en la lona con Mendoza en el siguiente acto. Eso fue cuando Santana cogió en el momento exacto al colombiano. Un impacto extraordinario con la izquierda donde el combate casi se decanta de manera definitiva para el grancanario. El golpe fue tremendo y el colombiano se tambaleó como un edificio aguantando un terremoto. Sin embargo, recondujo su posición, soportó hasta el final del asalto y siguió con su martillo. La igualdad marcó el desarrollo de toda la pelea, con manos entrando de mejor o peor manera, pero dándose. La mejor muestra de ello fue el asalto final, a cara descubierta en busca de puntos que decantaran una blanza que ya se preveía que iba a ser ajustada. Las cartulinas favorecieron a Mendoza y Santana firmó su tercera derrota (7-3), pero con más honor que nunca.