Una vez certificado el billete para los quintos Juegos Olímpicos en los que va a participar la selección española de baloncesto en el verano de Tokio, el objetivo del combinado que dirigirá Lucas Mondelo una vez más será el de intentar dar una vuelta de tuerca más a su imparable evolución y poner la guinda al pastel con la medalla de oro y superar así la playa de Rio en 2016.

Para ello, podría contar con presencia de jugadoras isleñas, al igual que lo hiciera el entrenador nacional en la cita brasileña de hace cuatro años.

Astou Ndour, ya consagrada, con el galardón de ser la MVP del último europeo disputado en 2019 y que España conquistó; Leonor Rodríguez, en un claro estado de forma idóneo con unos números de estrella en el Famila Schio de la Lega Italiana, además de sus exhibiciones en la Euroliga; y de Leticia Romero, que de momento se encuentra en plena recuperación de una lesión de rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla derecha.

Y la última que podría unirse a esta lista de la élite canaria del mundo de la canasta es Maite Cazorla, que no fue llamada para la última convocatoria nacional en el Preolímpico, pero ya sabe lo que es vestir los colores de la Absoluta, cuando Mondelo le dio la alternativa en noviembre del año pasado. "Queríamos verla en un estreno exigente ante Francia y lo ha sacado con notable alto. Encaja en nuestra filosofía porque tiene de todo", expresó el seleccionador por entonces.

Todas ellas anhelan estar en la cita olímpica en Japón para formar parte del grupo que acumula siete medallas consecutivas desde que se alzaran con el oro en el Europeo de 2013.

Un camino olímpico con presencia canaria que abrió Patricia Hernández en 1992 con el quinto puesto alcanzado en Barcelona; que recogió el testigo Rosi Sánchez en Atenas 2004 (sextos) y que ya quedó en manos del trío de canarias en Brasil.

Todo ello teniendo en cuenta las presencias de la tinerfeña Lidia Mirchiandani y su bronce en el Eurobasket del 2001, así como el bronce de Eva Montesdeoca en el Eurobasket de 2005.