Tres países (Suecia, Finlandia y España) estarán representados en la Copa de España de la clase de vela adaptada 2.4 mR, que se inicia este viernes en Las Palmas de Gran Canaria bajo la organización del Real Club Náutico de Gran Canaria. La flota nacional que opta al título esta compuesta por representantes de tres comunidades autónomas (Madrid, Cataluña y Canarias). En total, son 15 los regatistas que toman parte en el evento.

Tras cumplimentar las correspondientes inscripciones, algunos de los participantes aprovechaban ayer para tener una breve toma de contacto en aguas de la bahía de la capital grancanaria, donde soplaba un magnífico viento del Noreste con entre 10 y 12 nudos de identidad. El resto de los competidores optó por quedarse en tierra montando embarcaciones.

Respecto a los deportistas locales, algunos integrantes del equipo grancanario, como Juan Santana, Javier Ugarte y José Guerra, se muestran optimistas de cara a este campeonato; en especial Santana, que se muestra entusiasmado: "Se trata de mi primera competición importante y me siento como si fuera un jugador titular de la Unión Deportiva Las Palmas

Las nuevas velas que estrena hoy este antiguo regatista de Vela latina hace que la ilusión sea doble, porque esto es posible gracias a la recolecta que organizaron antiguos compañeros que compartieron con él vivencias en su ciclo en el deporte vernáculo.

Juan Santana comenzó su andadura en los botes en el año 1969. Hijo del antiguo presidente del Unión San Cristóbal del mismo nombre, navegó en el Porteño, Perico, Arenales y Minerva. Tras una operación de columna en 2005 y la amputación femoral de la pierna izquierda en 2013, conoció la vela adaptada el pasado mayo de 2019 en FIMAR de la mano del Real Club Náutico de Gran Canaria, incorporándose rápidamente a su equipo de regatas con un barco cedido por el la entidad.

Juan ha encontrado en esta embarcación la posibilidad de volver a su deporte y a llenar las venas con ese salitre que tanto echaba en falta. Sus antiguos compañeros de la Vela latina están tan contentos como él por verle navegar de nuevo, por eso no dudaron en hacer una recolecta para que pueda estrenar velas nuevas en esta competición.

"Es increíble ver como estos antiguos compañeros de panda y del Muelle Deportivo han puesto buenamente lo que podía cada uno, para regalármelas", comenta Juan emocionado. Y es que las contribuciones han ido desde 10 euros hasta una generosa aportación de 650, lo que ha permitido también incluir en el casco un llamativo vinilo rojo en que se puede leer 'Niño lindo', nombre de guerra que ha decidió ponerle a su barco.