La Transgrancanaria tiene un nombre propio por encima de todos. Ese es Pau Capell, campeón de las últimas tres ediciones en la modalidad Classic de 128 kilómetros. Ha ganado contra viento, lluvia y calima y este año quiere hacer su póquer. "Como ahí, que te lo juegas a veces a una carta, aquí todo te lo juegas en un día, que te puede salir bien o mal", explica el catalán.

El campeón del mundo del Ultra Trail World Tour lleva preparando la prueba varios días en la Isla. Como cada año, desde hace tres, Capell inicia su temporada en Gran Canaria, donde se siente querido y cuidado. "Vengo con muchas ganas por el cariño que le tengo a esta Isla", reconoce.

De hecho, la temporada pasada logró un doblete histórico al conquistar la Transgrancanaria y la Ultra Trail del Mont-Blanc (UTMB). Su victoria en los Alpes acabó con la racha de seis victorias francesas consecutivas en la prueba masculina del icónico ultramaratón de 171 kilómetros, con 10.000 metros de desnivel positivo. Capell corrió dicha prueba con una bandera canaria en el peto: "Me la dio una mujer dos días antes de la carrera y como me siento tan querido, pues fue un pequeño gesto para agradecer ese cariño".

Su idilio suscita todo tipo de bromas entre los corredores en la sede de la Transgrancanaria. "Acabaré empadronándome para el descuento de residente", dice entre risas el tricampeón. Y es que Capell conoce el interior de la Isla como pocos grancanarios. Se ha preparado para los 128 kilómetros por la cumbre, pasando por las zonas afectadas por el incendio forestal del pasado verano. "Me parece correcto que la prueba pase por las partes quemadas, es una manera más de concienciar sobre el cambio climático y sus consecuencias", a la vez que reconoce que le dio "mucha pena", sobre todo, entrenar por la zona de Tamadaba.

Capell suele afrontar las carreras de 128 kilómetros en tres fases, como si fueran maratones. El año pasado, en el UTMB llamaba a su familia y su novia cada 42 kilómetros para ganar algo de fuerzas. "Lo hice en el Mont-Blanc, pero en este caso tengo a mi familia aquí en el seguimiento, dándome su apoyo en cada avituallamiento y eso es muy bueno: el tener a la gente que quieres a tu lado para que te de fuerzas en los momentos más duros".

Pese a su condición de favorito, Capell prefiere "agachar la cabeza y trabajar" durante la carrera. "Cada carrera es un mundo, pueden pasar muchas cosas y hay corredores de talla mundial que me pondrán las cosas difíciles", explica. Su estrategia es sencilla: "Salir y apretar desde la salida e ir poco a poco".

Otra de las preocupaciones del catalán es el calor. "Parece que va a hacer calor este año, aunque por lo menos no va a hacer la calima de hace unas semanas", subraya Capell, que matiza que "por suerte la mayoría del recorrido lo hacemos por la noche y no sufriremos tanto".

Ya sumergido en su primera prueba del año, Capell revela sus aspiraciones para este 2020 tras completar su mejor temporada. "Hay tres objetivos principales este año: Transgrancanaria, Madeira y Mont-Blanc, que son las tres grandes, luego otras menores como Menorca, Eslovenia... muchas pruebas pequeñas que sirven de entreno". El rey ha vuelto a su Isla y correrá para conservar su corona y marcharse con el póquer de victorias, un hito sin precedentes en las carreras de montaña.