La mañana soleada que se pudo disfrutar ayer desde la Cumbre de Gran Canaria permitió que los más de tres mil participantes pudieran sentir el cobijo y la majestuosidad del Teide si decidían mirar hacia el horizonte tinerfeño, y del Bentayga en esta parte de la orilla. Los corredores disfrutaron de una temperatura más propia del verano que de las fechas invernales actuales. No fue tanto el contraste de la sensación térmica nocturna con la diurna como sí ha pasado en ediciones anteriores, en las que incluso hubo presencia de lluvia y tanto los runners de las distintas distancias como los familiares y seguidores que se agolparon por los distintos puntos de la geografía isleña lo agradecieron para mostrar su apoyo a estos locos. Además, este año con el toque conciliador de haber pasado por las zonas afectadas por el incendio del pasado verano. D. R. P.