¿Qué opina de la situación que vivimos
Estamos viviendo una situación excepcional, sin precedentes. Nadie estaba preparado para un escenario como el que estamos viviendo. En estas circunstancias tan difíciles, creo que los ciudadanos tenemos que estar todos a una, dejar la crítica o el debate para otro momento y apoyar a las autoridades. Cada uno en el papel y en las responsabilidades que le tocan, debemos ponernos del lado de la solución, ayudar, colaborar, remar para salir cuanto antes del problema. La queja, la crítica destructiva o el individualismo lo único que hacen es aumentar el problema y retrasar la solución.
¿En qué medida afecta esta crisis sanitaria al CN Metropole?
Nos afecta muchísimo, como a todas las entidades deportivas y los clubes sociales. Hemos tenido que cerrar las instalaciones, paralizando toda nuestra actividad social y deportiva. Son muchas las personas que se han visto perjudicadas, socios, deportistas, trabajadores, que tenemos en el Metropole nuestra segunda casa. Pero lo tenemos que entender como una contingencia necesaria para frenar la enfermedad. Paramos hoy para poder estar activos en el futuro, preservando la salud de todos nuestros usuarios.
¿Se puede decir que este es el momento más complicado en la historia del club que preside?
Yo diría que sí, aunque hay que recordar que los principios del Metropole también fueron muy difíciles. El club se fundó en 1934, dos años antes del estallido de la Guerra Civil. Seguro que aquellos fueron tiempos complicados también, igual que los años de la posguerra. Lo que sí puedo asegurar es que se trata del momento más complicado al que yo me he enfrentado.
¿El ERTE ha sido la mejor medida posible para los empleados del club? ¿Cuántas son las personas que se acogen al mismo?
La suspensión temporal del empleo es un mecanismo que sirve para garantizar la supervivencia de las empresas, protegiendo al trabajador, dándole cobertura durante la suspensión transitoria de su empleo, garantizándole sus derechos y asegurando que pueda volver a su puesto de trabajo cuando todo esto acabe. En este sentido, considero que es una buena medida para el club y para los trabajadores. Todos los clubes importantes de la natación española han optado por esta opción, como el Canoe de Madrid, el Terrasa, el Santa Olaya de Gijón o el Bidasoa XXI de San Sebastián. En nuestro caso, el número de personas que se acogen al ERTE es de 27, la práctica totalidad de entrenadores y monitores que se han quedado sin actividad por el cierre de las instalaciones.
En marzo cerraron el club ¿se hace algo en las instalaciones? ¿Cuántas personas trabajan en el mantenimiento?
Mantenemos los servicios esenciales. Servicios mínimos en administración, con teletrabajo, vigilantes nocturnos y retenes de limpieza y mantenimiento. En total, 17 personas en diferentes turnos y funciones, que velan por el cuidado del club las 24 horas los siete días de la semana. No podíamos abandonar esta tarea porque entonces se causaría un gran perjuicio a las instalaciones.
¿En qué situación han quedado los deportistas federados?
El Metropole cuenta con cerca de 800 deportistas federados en sus diferentes categorías y secciones: natación, waterpolo, saltos, natación artística, triatlón, judo, frontenis y esgrima. Están todos conectados, aprovechando las ventajas tecnológicas para realizar entrenamientos de mantenimiento y conservar la forma física. No es lo mismo que entrenar en su medio y con todo el grupo, pero es mejor esto que no hacer nada.
¿Se puede decir que los nadadores son los más perjudicados al no disponer del medio en el que practicar su deporte?
Sin duda. El resto de secciones tampoco puede entrenar en sus respectivos medios, pero el acuático es difícilmente reproducible en casa, salvo que dispongas de una piscina de ciertas dimensiones, por lo que el trabajo nunca será el mismo en el domicilio que en la piscina. El entrenamiento de natación es muy específico y sus características no son reproducibles fuera del agua,
En su club se celebró antes de esta situación un Campeonato de España, ¿cómo lo valora?
El club quedó muy satisfecho, y la Federación Canaria de Natación también y la Real Federación Española de Natación más todavía. Fue un campeonato muy bien organizado, gracias al trabajo de la Federación y del personal del club, como siempre muy implicado. Y encima nos acompañó el buen tiempo. A estas alturas del año, Canarias es el único lugar de España en que se puede realizar un campeonato de este nivel al aire libre. El Metropole es el mejor escenario y lo hemos demostrado una vez más. Nuestros nadadores lo disfrutaron, nuestros socios también. No podemos pedir más.
¿A qué se ha debido, en plena crisis, la ampliación de la Junta Directiva del club con cinco nuevos miembros?
Vienen tiempos muy complejos y necesitamos el compromiso de todos los socios para sacar adelante nuestro club. Las cinco personas que se han incorporado han dado un paso al frente, ofreciendo su trabajo altruista y su compromiso con el Metropole justo cuando más se necesita. Son personas de amplia trayectoria en la entidad y de gran valía profesional, que a buen seguro ayudarán con sus decisiones y con su trabajo a superar los efectos que tendrá esta crisis.
El vicepresidente Ciro Gutiérrez dimitió. ¿Nos puede explicar los motivos de su marcha ?
No sabría decirle. Me hubiera gustado saberlo, pero presentó su dimisión sin hablar conmigo y sin presentarse a la reunión de Junta Directiva en que tuvimos que tomar las decisiones relativas a esta crisis. Lo único que puedo decirle es que tiene toda mi consideración, que respeto sus opiniones y que le agradezco el trabajo desarrollado hasta ahora. Una Junta Directiva tiene que funcionar de forma democrática y hay que saber aceptar las decisiones de la mayoría, sin pretender imponer los puntos de vista individuales o las posiciones particulares de cada uno.
La Directiva trataba de encontrar recursos, ¿en qué situación económica se encontraban?
Hasta la llegada de esta crisis del coronavirus, la economía del club se había recuperado muy bien. Las cuentas anuales del 2019, que teníamos previsto presentar a la Asamblea General de socios el pasado mes de marzo, presentaban un resultado positivo gracias a las medidas adoptadas en los últimos años. Hemos mejorado la tesorería, revirtiendo el fondo de maniobra negativo que lastraba nuestro balance. Hemos reducido nuestros costes fijos de forma notoria y hemos mejorado considerablemente nuestros ingresos, gracias a la fidelización de nuestra masa social y a la captación de nuevos socios. La renovación de nuestras instalaciones, la mejora del mantenimiento y la limpieza, las actividades sociales y los nuevos servicios implementados han permitido que todo esto haya sido posible.
Las cuotas a los socios se siguen cobrando. ¿Se va a plantear una reducción de las mismas ante esta situación excepcional y sus posibles consecuencias?
El club está obligado a cursar las cuotas sociales correspondientes. Así lo están haciendo también todos los clubes de nuestro entorno, en Canarias y en el conjunto de España. Como socios de esta entidad, somos miembros de una comunidad y nos debemos hacer cargo de los gastos fijos de mantenimiento de nuestras instalaciones, así como de las obligaciones contraídas con el personal y con los diferentes proveedores. Las cuotas sociales son imprescindibles para el mantenimiento de nuestro club.
¿No se han articulado medidas para aquellos que no puedan abonar las cuotas?
E cumplimiento de la normativa interna actualmente en vigor, las familias que se puedan ver afectadas con la pérdida del empleo como consecuencia de esta crisis podrán acogerse de forma transitoria a la reducción del 50% de la cuota social, siempre que justifiquen su situación de desempleo. Además, atendiendo a la excepcionalidad del momento, en la próxima reunión de la Asamblea General de socios, órgano que tiene la potestad de fijar o modificar las cuotas sociales, la Junta Directiva propondrá que esta reducción se pueda hacer extensiva, de forma análoga y con carácter retroactivo, a los autónomos que hayan visto paralizada su actividad.
¿Se teme la pérdida de socios por todo lo que está pasando y lo que pudiera venir?
Tememos que las consecuencias económicas y sociales de esta crisis puedan dejar a muchas familias en el camino, que se vean obligadas a renunciar al club para priorizar otras cuestiones más perentorias. Por eso ya estamos pensando en soluciones imaginativas, abogando por la solidaridad entre los socios. El Club debe ser sensible a las circunstancias personales y familiares de los socios que lo necesiten, con el objetivo de superar este problema todos juntos, sin que nadie se quede atrás. Cuando todo esto acabe, socios, deportistas y trabajadores, deberemos estar en disposición de recuperar nuestras vidas y nuestro Club con total normalidad, en las mismas condiciones en que lo habíamos dejado.
Supongo que todos, usted el primero, desea abrir las puertas del club. ¿Qué futuro vislumbra tanto en lo social como en lo deportivo?
Ojalá pudiéramos abrir mañana mismo. Ojalá podamos abrirlo cuanto antes, porque eso significará que habremos superado los peores momentos de la crisis y podremos ofrecer a la población un recurso de gran importancia para su salud física y mental. Para los jóvenes deportistas somos incluso algo más que salud. Somos una escuela de vida, les enseñamos los valores del deporte que se quedarán con ellos para siempre en sus vidas, valores como el esfuerzo, la solidaridad, el trabajo en equipo, el respeto a los demás, el compromiso o la capacidad de superación, tan importantes en momentos como los que estamos viviendo hoy. Tengo confianza en el futuro, porque conozco la calidad y entrega de todos nuestros trabajadores, porque tengo fe en el coraje y la determinación de nuestros deportistas, y porque estoy seguro del aprecio que nuestros socios le tienen a su club. Todos daremos un paso al frente; nos pondremos manos a la obra para seguir siendo un gran reducto de deporte y felicidad.
