La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Efeméride colombófila

El 4 de junio de 1990 se funda la primera sociedad organizada del Archipiélago, la Sociedad Colombófila de Gran Canaria, hoy Real. Ocurrió este importante hecho en la calle Castillo, 24, siendo su fundador Santiago Cullen y Verdugo, militar ilustre y figura fundamental para el desarrollo de la colombofilia en Canarias. Hizo posible que un grupo de personas se aglutinara en torno a esta actividad, de tal forma que con ellos se pudo consolidar en el tiempo aquel proyecto competitivo de asociación elaborado por él mismo a principios del pasado siglo. Habría que recordar que en 1900 escribió un libro titulado Nociones de colombofilia y estudio de telegrafía alada aplicada a las Islas Canarias, que continúa siendo de inestimable consulta para conocer las claves del apasionante mundo de la paloma mensajera en las Islas. A él se debe también la publicación en 1901 de una revista denominada La mensajera del Océano, de la que desafortunadamente no hemos encontrado ningún ejemplar en el Museo Canario.

El 5 de noviembre de 1902 se constituye la segunda sociedad en el Archipiélago, la Real de Tenerife, teniendo como presidente al general Juan Villavicencio y Gámez. La tercera surgía en 1926.

Volviendo a la sociedad pionera, recordar que también fueron fundadores, presididos por Santiago Cullen y Verdugo, José Negrín Bravo de Laguna, Francisco Manrique de Lara, Manuel Naranjo Sánchez, José Perdomo Santana, Zoilo Padrón de la Torre (sacerdote), Luis García Pérez, Juan Peñate Hernández y Carlos Peñuelas Calvo.

Las primeras sueltas oficiales tuvieron lugar en 1902 y el primer acuerdo de la Sociedad fue nombrar al Rey Alfonso XIII como presidente honorario. El monarca concedió el título de Real, que adquieren también todas las sociedades y estamentos deportivos de la época. En noviembre de 1902 ingresó en la Real Federación de Colombófila Española, siendo la sexta más antigua de España.

Al principio, durante un corto periodo de tiempo, el local social era la casa particular de un socio. Luego pasó al número 1 de la calle General Bravo. En esa época contaba con unos 30 socios y sólo se realizaban sueltas en el interior de la Isla, desde Tejeda, Agaete, etcétera. Con motivo de la I Guerra Mundial (1914-1918) hubo un periodo de inactividad y se volvió a reanudar la competición en 1923. Ese año el local social estaba situado en la calle Enmedio, 5, con un alquiler mensual de 50 pesetas. A partir de esta fecha, el número de socios aumentaba.

El 15 de julio de 1923 se soltaron 30 palomas desde Santa Cruz de Tenerife y fueron presentadas al control nueve mensajeras; además, hubo un concurso con resultado positivo desde Fuerteventura. Se dice presentada a control porque no debemos olvidar que en esa época sólo había un comprobador, eran tiempos de correr las anillas.

Uno de los primeros lugares de Las Palmas que sirvió para verificar la llegada de las palomas de concurso fue la Plazoleta de Cairasco, junto al Gabinete Literario y el Hotel Madrid. Entre los premios que se concedían había objetos de la Reina, de los Príncipes de Asturias, del Ministerio de la Guerra y Agricultura, además de sociedades y comercios.

En esos tiempos, el precio de la anilla, que ya eran cerradas y de aluminio, era de 25 céntimos y la cuota de viaje, de 15 por paloma. Entre 1926 y 1928, nuestras atletas ya viajaban desde La Palma y La Gomera, por el norte y por el sur, al Cabo Juby (sur de Marruecos).

Hacia 1928, el local social del club estaba situado en la calle Pelota, 11; posteriormente, en 1930, pasó a la calle Pérez Galdós, 27, teniendo una sucursal para atender a los aficionados en la zona portuaria, en la calle Luján Pérez.

En el año 1955, por la nueva ley de arrendamientos urbanos, se crea un grave problema a las sociedades colombófilas, que se ven obligadas a dejar sus locales sociales. En 1956, el ilustre colombófilo Antonio Domínguez Alemán (presidente de la Real durante más de 20 años), en compañía de otros socios entusiastas de la época, adquiere el solar de la calle Curva, 71, donde se construyó un edificio de dos plantas, sede actual de la Real Sociedad Colombófila de Gran Canaria. Inaugurada en 1962, actuaba como padrino en la ceremonia de apertura el farmacéutico y célebre colombófilo francés Pierre Dordin, famoso en todo el mundo por sus palomas y por su palomar, denominado Villa Patience.

En los años 60 se obtuvieron por socios del club premios provinciales y regionales desde Sidi-Ifni y de sueltas en dirección Lisboa. Entre 1966 y 1967 existían en la Real un total de 125 socios y un censo de palomas mensajeras que sobrepasaba las 5.500.

Es nuestra intención que esta pequeña reseña histórica sirva de homenaje a todos los que hicieron y hacen posible la existencia de la Real y del mundo de la colombofilia en general.

Compartir el artículo

stats