Con ilusión y con mucha cautela han retornado en las instalaciones del polideportivo municipal los entrenamientos de la Escuela de Artes Marciales de Valleseco. Alfombrillas desinfectantes o gel de manos recibieron al alumnado, y también unos vestuarios en la sala exterior para que no tengan que llegar luciendo el kimono desde casa. A pesar de todas esas medidas, el entrenador, Dani Calvo, reconoce que hay personas reticentes a volver. Por el momento, los grupos son de seis alumnos, lo que permite guardar dos metros de distancia entre ellos y poder practicar la disciplina Shorinji Kempo sin mascarillas. También el deporte de contacto debe superar todas las dificultades que impone la nueva normalidad. "Es una limitación y no estábamos acostumbrados, los chicos y chicas demandan los entrenamientos de antes", explica el entrenador, pero tendrán que esperar a que pase el peligro de un rebrote que nos encierre otra vez en casa. Calvo no dejó pasar la oportunidad de animar a todos los que se quieren iniciar a decidirse a acercarse hasta las instalaciones deportivas. "Serán bienvenidos", aseguró.