El destino fue cruel para el Tamaraceite hace un año cuando se quedó sin ascenso a Segunda B frenta al Peña Deportiva en Ibiza. Le sobraron unos segundos y eso parece que lo tienen clavado. De momento, los grancanarios se han ganado el derecho a volver a tener otra oportunidad para besar la categoría de bronce. Lo tienen a un partido, a noventa minutos.

Todo después de que ayer, gracias a un gol de cabeza de David García en el descuento de la primera mitad, los de Chus Trujillo se llevaran la primera semifinal de la fase de ascenso a Segunda B frente al CD Marino (0-1)

El Tamaraceite llevó la iniciativa en el primer tiempo. Así se refleja en las distintas oportunidades ofensivas que dispuso. La primera de ellas llegó a los seis minutos, por mediación de Asdrúbal Padrón, con un disparo desde el lateral derecho del área pequeña que salvó David, guardameta del Marino.

La segunda oportunidad de los grancanarios llegó poco antes de la pausa para la hidratación, cuando un pícaro Asdrúbal pegó al balón con el tacón de su bota y a punto estuvo de sorprender al guardameta del representativo tinerfeño. Otra del ex de la UD Las Palmas.

El mayor domínio territorial del Tamaraceite se fraguó en la última jugada, cuando David García introdujo el balón en las mallas de un testarazo tras el lanzamiento de un saque de esquina de la derecha, ya en el descuento.

Los grancanarios ponían la eliminatoria a su favor y dejaban al Marino en una situación delicada, aunque los tinerfeños, en su condición de primeros clasificados del Grupo XII tienen la oportunidad de participar en la repesca.

Los tinerfeños, que en la primera parte se habían conformado con el empate, salieron, tras el descanso, a igualar la contienda, pero se encontraron a un Tamaraceite insuflado en ánimos y muy bien posicionado sobre el terreno de juego. Eso, unido al calor reinante, igualó el potencial de ambas formaciones y apenas se crearon oportunidades de gol. La más clara la tuvo Pitu, que sólo ante el portero y dentro del área pequeña, golpeó flojo el balón.

La jugada polémica del enfrentamiento llegó poco antes del final, cuando el árbitro no vio un claro agarrón de camiseta a un delantero del Tamaraceite, una acción que fue muy protestada por la plantilla grancanaria y la decena de aficionados de su equipo que acudieron al municipal de La Frontera.