Embajadores de bronce de un barrio con unos 10.834 incondicionales. La expedición de la UD Tamaraceite -que voló de regreso a Gran Canaria desde El Hierro con los jugadores y técnicos del San Fernando en la anécdota de la jornada- se dio ayer un baño de masas en la calle Pintor Pepe Dámaso. El restaurante Casa Roque fue el epicentro de una fiesta que rinde tributo a un plantel abonado a los ascensos.
Nada más pisar la terminal de vuelos interinsulares en el aeropuerto de Gran Canaria, el plantel de Chus Trujillo se percató del impacto de su hazaña. Es la primera vez en la historia que el Támara pisa la Segunda B, tras desaparecer y refundarse de la mano de Héctor Ramírez -exjugador del conjunto capitalino-. Desde la Segunda Regional a la Segunda B con la humildad y el amor a sus vecinos como banderas. "Ni Messi, ni Griezmann, aquí somos del Moco", han repetido los incondicionales del campeón del Grupo Canario de Tercera en la pasada campaña 2018-19.
¿Dónde está la prima?
Las medidas de seguridad contra la Covid-19 -testeo durante las semifinales- han significado el factor diferencial de un playoff que se jugó con público -La Frontera fue el primer campo de España-. El Támara ha sido el más madrugador de los equipos que besan la categoría de bronce en el fútbol poscovid.
La nota cómica fue la reclamación por parte del plantel de una compensación económica por hacer historia. El grito '¿dónde está la prima?' fue el cántico más repetido. David García, Asdrúbal, David González y López Silva, el héroe, fueron los más aclamados. Un grupo humano que bien se merece una rotonda en el barrio capitalino. El escudo de los 10.834 héroes.
