Héctor Ramírez, presidente del Tamaraceite, ratifica la continuidad de Chus Trujillo y pone en valor la consistencia de un proyecto modesto con cuatro ascensos en cinco años. "Ya le dije a los jugadores que ganaríamos 1-2. Acerté de pleno. Sientes una satisfacción enorme, llegué a un club que no tenía nada [2014]. Lo saqué de las cenizas y mi ilusión era dejarlo en Tercera como en la década de los ochenta [Héctor fue jugador del Támara]. Quise dar un paso más, lo del año pasado fue un golpe durísimo ante el Peña Deportiva. No nos pusimos nerviosos, mantuvimos la idea. Con cinco retoques, hemos conseguido el objetivo, algo que parecía impensable".

Brinda la hazaña a sus seres queridos. "A mi mujer, hijos, hermanos, tíos, primos...esta locura te quita mucho tiempo. Solo espero que mi familia me perdone". Resalta que ahora, desde la plataforma de la Segunda B, su principal obsesión será elevar el nivel de la cadena.

"Nuestra obsesión es la base. Es la gran prioridad del proyecto. Vamos a involucrarnos en mayor medida, que vengan más chicos. El mensaje es que con futbolistas canarios se pueden lograr cotas altas. Solo hay que tener paciencia; es muy fácil criticar y dar palos. No me quiero olvidar del 'Sanfer', felicidades a este equipazo. La temporada es de nota". Anuncia que sigue Trujillo: "Sé lo que tengo en mi casa. Con el ascenso, eso se contesta solo y más tras el palo de 2019".