De una imagen a otra han pasado seis años, pero el chico sigue igual que siempre. Las arrugas y las canas no entran dentro de su vida, hasta el momento. ¿Será por lo bien que le cuida Raquel del Rosario?

Este pasado fin de semana el piloto asturiano ha tenido que levantar dos copas bien distintas: la que consiguió por subir al tercer escalón del podio y la otra con la que seguramente brindó para celebrar su treinta cumpleaños.

Es joven, campeón y además un chico enamorado. Vamos que no le puede pedir mucho más a la vida y más aún ahora que comparamos fotos suyas.

Algo más moreno en la actualidad, pero con un gesto calcado. Así permanece Alonso, que ha cumplido 30 años sin tener un ápice de vejez, y eso que su ritmo de trabajo diario puede sumar años a quien menos se lo merezca.

Ahora solo cabe pensar si su intacta imagen es cuestión de la buena vida que le hace pasar su chica, Raquel del Rosario, que tal y como hemos podido ver es su mejor apoyo en las carreras, o si el piloto ha conseguido hacer un pacto con el diablo. Si es así, nos debía pasar la dirección exacta del demonio.