Diego Herner está deseando que concluya la primera fase de la pretemporada en el Sur de Gran Canaria, pero no por el trabajo. El lunes llega su esposa con su perro y su estancia en la isla será más llevadera, pese a reconocer lo bien recibido que se ha sentido desde que llegó.

- ¿Diferente el trabajo de aquí con el de Argentina?

- Las pretemporadas en Argentina son más físicas y los últimos quince días con más trabajo con balón. Aquí desde el principio es con pelota y el juego es distinto, con más espacios. Aquí hay que prepararse con balón y en Argentina para el choque y esas cosas.

- ¿No le han contado que esos choques tampoco escasean en la Segunda española?

- Es nuestra función. Los defensores tenemos que hacer valer nuestra posición, sea como sea. La intención es que el equipo no reciba goles.

- ¿Y qué más le han dicho?

- Que es una competición dura, con equipos parejos y que es difícil ver buen fútbol, pero yo vengo de un país en el que el buen fútbol no se está destacando y de competición cerrada todo el tiempo, así que espero poder estar a la altura de lo que el equipo y entrenador necesite de mi y de lo que se me pueda exigir. Me gusta trabajar y los desafíos, y para mi venir a Las Palmas me mantiene motivado y feliz.

- ¿Es Diego Herner un defensa duro?

- Me considero duro, pero no soy de pegar patadas, ni violento. Sí que disputo cada balón como si fuera el de mi vida, y eso hace que vaya con fuerza y con ganas a disputar la pelota, pero no con mala intención. De hecho en toda mi carrera, con 240 partidos en Primera, sólo tengo cinco expulsiones.

- Se dice que usted es algo lento en su juego, ¿es cierto?

- Mis condiciones físicas no me ayudan a ser un tipo rápido. Soy un tipo grandote, más bien pesado con respecto al resto de mis compañeros, pero la mayoría de los centrales somos así. Si fuéramos muy rápidos estaríamos en alguno de los grandes equipos del mundo. Hacemos valer nuestra posición a base de orden, de ubicación táctica en vez de velocidad.

- ¿Cómo se encuentra después de los días que entrena con sus nuevos compañeros?

- Es una pretemporada y todo lo que se pueda sumar va a ser bueno para después arrancar el año con todo y poder mantenerlo. Trabajamos bien, duro y obviamente estamos todos preparados para jugar. El jugador siempre lo está, pero todavía queda mucho tiempo para que se inicie el torneo y hay muchas cosas que ajustar, que afinar y estamos en este proceso que es interesante porque es la base de lo que va a venir.

- ¿Se adapta a sus nuevos compañeros?

- Noto que he sido bien recibido y eso hace amena mi estadía aquí estando lejos de mi familia y de mi país. Es la primera vez que salgo de Sudamérica, el recibimiento ha sido muy cálido y me han hecho sentir uno más desde el primer día.

- ¿Ha hablado con usted el entrenador?

-Lo mismo que con el resto de compañeros en los entrenamientos, charlas tácticas, trabajos. Vamos conociéndolo y entendiendo lo que quiere y pretende del equipo.

- Rubén Darío Insúa hace años también llegó de San Lorenzo Almagro como usted, y no completó la temporada.

- Se dice que hay buenas y malas personas, y hay jugadores a los que le va bien y otros mal. A lo mejor contratas a una megaestrella y no le va bien al equipo, y a lo mejor fichas a un mediocre y se convierte en una estrella. Entonces, en todo esto influye el tiempo y los resultados.

- ¿Qué sucede en el fútbol argentino del que últimamente llegan malas noticias?

- El torneo argentino es muy difícil. A los que juegan fuera y regresan les cuesta mucho adaptarse. Todos los equipos tienen la obligación de salir campeones y hace que todo sea difícil. Y las malas noticias llegan por rachas que suceden en todos lados hasta que se encuentra lo que se busca. Somos muy exigentes, y cuando tienes al mejor jugador del mundo (Messi) y no lo sabes valorar, no lo ubicas bien y no lo haces sentir bien en tu propio país, me parece que no habla bien de nosotros.

- ¿Dispuesto a darlo todo?

- Siempre. No soy un jugador rápido, ni vistoso, pero si muy trabajador y responsable, y me gusta mucho aprender de la gente, de mis compañeros, sean grandes o pequeños, algo que considero que es parte del trabajo, de la vida. A medida que uno aprende tiene más herramientas para resolver los problemas.