El fútbol, el deporte profesional en general, pasa por momentos muy difíciles. El descenso administrativo por impago del primer equipo del Universidad de Las Palmas de Gran Canaria CF y la más que probable extinción del club, con una cadena de nueve equipos, genera las lamentaciones de las personas que en su día prestaron sus servicios en un equipo que supo ganarse el prestigio con la ayuda de entrenadores que no pueden ocultar su decepción porque Canarias pierde uno de sus referentes en el fútbol de la última década.

Álvaro Pérez, director general de Deportes y su primer entrenador en Segunda División B, opina que: "Es una pena para el fútbol canario que pueda desaparecer un equipo que, evidentemente su descenso era como anunciada, pero que siempre quedaba la esperanza de que lograra su salvación. Y es que vivió unos años en los que el Universidad alimentó esperanzas del fútbol canario".

El mayor éxito como entrenador del tinerfeño David Amaral lo vivió en el Universidad, club con el que ascendió a la Segunda A en la temporada 1999-2000. "Es triste para todos los canarios los que ha pasado, por lo que significa el Uni para los futbolistas y por todo lo que ha hecho por el fútbol grancanario de sacar jugadores y mantener un nivel excelente. Es un equipo señorial y una pena para todo el Archipiélago".

Toni Cruz, director deportivo de la UD Las Palmas, dirigió al Universidad en una de sus etapas como entrenador. "El descenso por impago es una mala noticia, triste por lo que representa el Universidad. El fútbol no es ajeno a la situación de la sociedad y si es ya muy difícil para los equipos profesionales cubrir los gastos con los ingresos, es una lástima que otras instituciones, y más una como el Universidad, vivan esta situación. Hay que pensar en las personas que han trabajado por el club y dado parte de su vida, y con ellos me solidarizo".

Paco Castellano, ex jugador y entrenador de la UD Las Palmas, también dirigió al Universidad en dos etapas. "Para mí es una pena tremenda, porque es un equipo que no debería descender nunca. Reconozco que la situación para encontrar patrocinadores no es fácil, pero me cuesta digerir lo que ha pasado y no quiero ni pensar en la posibilidad de su desaparición. Ojalá que puedan echarle una mano y siga trabajando con la gente de nuestra tierra".

Tino Luis Cabrera fue su entrenador en cuatro temporadas y su disgusto es evidente. "Con lo que cuesta hacerse una trayectoria, subir y estar ahí como equipo fuerte, descender de esta forma no es justa. Ha habido el esfuerzo de mucha gente detrás y esperemos que sea capaz de volver, porque este club ha sido la salida profesional para muchos canarios. Siempre ha apostado por el fútbol canario, que va a ser el principal perjudicado".

Benjamín Armas dirigió una temporada al Universidad tras se entrenador es su cadena y se intuía lo que iba a pasar. "La cosa estaba clara. Llevaba unos años escapando loco de la quiebra. No puedes estar arrastrando deudas y tener a los jugadores sin cobrar. Era una muerte anunciada. El club no tenía apoyos, ni infraestructura".

Su último técnico ha sido José Juan Almeida, que no se arrepiente de estar en el Universidad las dos últimas temporadas. "Es una pena que haya pasado esto. Sabemos que estamos en una época de mucha crisis y hemos estado durante todo el año luchando. La cosa no pintaba bien, pero nunca esperas lo que ha pasado. Me tocó vivir la peor época del Universidad, aunque he disfrutado muchísimo. Aquí sale perdiendo el fútbol canario, que retrocede 30 años con lo que le ha pasado a un club que merece ser respetado".