1GRAN COMIENZO. No había pasado ni un minuto y los tres puntos ya se veían en el avión de vuelta a Gran Canaria. Un zapatazo brutal de Edixon Perea a 40 metros de la portería defendida por Navas llevaba el susto a la afición albaceteña y un respingo a la grancanaria. La mano salvadora del meta local evitó el golazo. El acierto del delantero colombiano se limitó a aquella jugada. Tras esta se diluyó y no aprovechó ninguna de las múltiples ocasiones que tuvo.

2NERVIOSISMO. El Albacete, necesitado de una victoria urgente, salió endemoniado a comerse el partido y la UD, replegada, trató de dominar un encuentro difícil ante el nerviosismo de ambos contendientes, que no veían el momento para adelantarse en el marcador. La dinámica de toma y daca fue constante hasta los últimos 20 minutos de la primera parte, donde los jugadores amarillos lograron controlar el tiempo del partido.

3JUEGO DIRECTO. El conjunto de David Vidal jugaba con una estrategia clara y repetida hasta la saciedad, el pelotazo en diagonal en busca de Calle, referencia ofensiva del conjunto manchego. Los peligrosos contragolpes fueron bien atajados por la defensa grancanaria.

4GOL REDENTOR. El asedio aéreo del conjunto blanco hacía peligrar el empate, pero en el momento menos pensado un centro de Pedro Vega, rozado por la bota de Sergio Suárez, acabó siendo rematado por Alan Baró, que marcó gol en su propia meta y hundió a su equipo a siete minutos del final de la primera parte.

5ORDEN DEFENSIVO. La segunda mitad comenzó con una máxima en las filas amarillas. Evitar el empate albaceteño. Lo difícil, adelantarse, ya estaba hecho. Las ayudas de los pivotes y los delanteros se convirtieron en una norma a seguir. Todo ello junto a la necesidad de mantener la línea defensiva concentrada. La portería volvió a quedar imbatida. Objetivo cumplido.

6PARTIDO ROTO. El Albacete buscaba hacer del partido un correcalles, algo que a la postre le beneficiaría porque descuajaringaría las líneas amarillas y daría facilidades para conseguir el tanto del empate.

7ASEDIADOS. La UD sufrió un auténtico asedio manchego. Los cambios de Vidal, orientados a darle altura a la delantera, convirtieron el partido en una sucesión de balones que caían en las cercanías del área amarillo. La UD sufría y aguantaba el empujón mientras buscaba el contragolpe.

8SUFRIMIENTO. Las oportunidades falladas por Armiche, Edixon Perea, Pignol o Mauro Quiroga llevaban el signo de la tragedia por llegar, del empate albaceteño tras haber tenido la sentencia del encuentro como en partidos anteriores. La mala suerte pasó de largo y las tres intervenciones de Barbosa impidieron la huida de los tres puntos duramente ganados.

9IDEAS ASUMIDAS. El planteamiento de Juan Manuel Rodríguez ya ha sido asumido por el conjunto amarillo. La defensa de la meta de Barbosa, objetivo primordial en un equipo que sangraba por los goles en cada encuentro, es una máxima inamovible. La búsqueda del gol se convierte, en este registro, en un segundo plato que se debe esperar con paciencia. Oportunidades, aunque menos, nunca faltan.

10SUSTO. Los últimos quince minutos del partido fueron un combate de boxeo en el que los golpes volaban de un área a otro, aunque con mayor incidencia en el terreno de la UD. El Albacete buscaba de manera incansable el tanto del empate, y en ocasiones dio la sensación de estar a punto de conseguirlo por perseverancia. En el último segundo del partido, un centro de Sousa que Barbosa no atajó bien y que pudo acabar en gol de Calle se convirtió en el último susto. Tras este, la UD escapa del descenso.