El Muelle Grande puso un pie en la Preferente al vencer a domicilio al Cruz de Piedra en el encuentro de ida. El conjunto local se vio condicionado por los dos goles encajados antes de que se cumpliera el segundo minuto del partido, lo que le obligaba a ir a por todas ante un rival que se dedicó a mantener su ventaja.

Estas circunstancias privaron a los aficionados que se dieron cita en el campo El Pilar de un buen espectáculo, aunque no faltó la emoción.

La primera parte fue algo accidentada, dado que tres de los jugadores que iniciaron el encuentro no lo pudieron terminar por lesión. La más grave fue la del visitante Óscar, que abandonó el terreno de juego con un esguince de tobillo que le privará del choque de vuelta. También se tuvo que retirar Adrián, con un golpe en un pie. Antes que ellos se marchó el examarillo Betuel.

La primera jugada del choque fue determinante en el devenir de este enfrentamiento entre los dos subcampeones de grupo de la fase regular. Balón al área local que le llega a la mano de Aridane y el árbitro la sanciona con penalti. La pena máxima la transforma Nauzet con maestría. Y apenas sacado de centro, Tana, desde la medular del campo local, lanza un zapatazo que sorprende al portero Suso, que trató de parar la pelota, pero ésta iba tan fuerte que se le escapó de las manos y se le fue dentro.

Estos dos mazazos consecutivos antes de que el equipo se asentara sobre el terreno de juego supuso una pesada losa que los futbolistas del Cruz de Piedra tuvieron que arrastrar.

A pesar de los goles, el guardameta Suso tuvo intervenciones muy acertadas. La primera al desviar a córner un balón lanzado con potencia y colocado por Nauzet. También repitió estirada en un lanzamiento de Tana. Antes, el cuadro verdillo dispuso de sus dos únicas oportunidades de gol. Ayala disparó ajustado al palo derecho, y en el 41 Heriberto para un balón cabeceado por Aridane. En el 43, Carretero saca de la línea de gol un balón cabeceado por Óscar.

En la segunda parte bajó la intensidad del juego. Los minutos se consumieron entre cambios, simulaciones de lesiones e imprecisiones por uno y otro bando, y pocas ocasiones para mover el marcador.

Al final, alegría visitante y tristeza para la parroquia local, que espera que el jueves, a las 19.00 horas y en Las Coloradas, puedan remontar estos dos goles de desventaja.