25 días después de que Leo Messi anunciara que quería dejar el Barça, Josep Maria Bartomeu ha hablado por primera vez públicamente del asunto. "Yo no podía permitir que Leo Messi se fuera del club". Desde que aquel 25 de agosto en el que un burofax fue portada de los diarios e informativos de medio mundo, el presidente azulgrana había mantenido un riguroso silencio. Tan solo se había escuchado su voz en el acto de despedida de Rakitic, aunque no se se pronunció ni sobre la continuidad de Leo ni sobre otros temas espinosos, como la moción de censura que ya estaba en marcha. 48 horas después de que se recogieran 20.687 firmas de socios reclamando su cese, Bartomeu ha hablado este sábado en TV3 antes del Gamper. "Nadie valora dimitir ahora mismo".

Sobre el proceso en marcha para derrocarle, Bartomeu ha señalado que serán respetuosos con el proceso de validación de firmas y ha evitado especular sobre si cree que podría recabar suficientes apoyos en las urnas para evitar ser el primer presidente azulgrana depuesto en referéndum. A nadie se le escapa que el gran combustible que ha permitido recabar una cifra récord de rúbricas ha sido el intento de Messi de dejar el Camp Nou, harto de Bartomeu. El mandatario evitó entrar en el cuerpo a cuerpo con la estrella argentina, que le acusó de no tener palabra y denunció que "hace tiempo que no hay proyecto ni nada, se van haciendo malabares y tapando agujeros". "Como presidente no entraré en ningún conflicto con Messi. Es nuestro capitán, el líder del equipo, habla en el campo, estos días le hemos visto muy metido en el proyecto Koeman. Es un tema aparcado. Lo que sí que tengo que decir es que yo no podía permitir que Messi, el mejor jugador del mundo y de la historia, se marchara del Barça. Queremos que se retire en el club", ha argumentado el dirigente barcelonista.

La última vez que se había sometido a preguntas de periodistas había sido el 18 de agosto para afirmar que el Barça no vivía ninguna "crisis institucional" sino una simple "crisis deportiva" después de que el 2-8 ante el Bayern certificara el año en blanco de los azulgranas. Bartomeu ha ido respondiendo a los otros incendios que se han ido acumulando en el club desde entonces: sobre el burofax Quique Setién, en el que decía que no se le había despedido oficialmente, ha explicado que había sido Eric Abidal el que le había comunicado en persona al técnico su destitución y que al no lograr una salida pactada deberá ser el juez el que lo resuelva; respecto a los problemas económicos para fichar, ha señalado que para cumplir el 'fair play' financiero y no sobrepasar la masa salarial "antes de que entren jugadores tienen que salir otros"; y también ha hablado del 'caso Riqui Puig', al que Koeman dejó fuera del Gamper, poniendo una sombra de sospecha sobre su futuro. "Es una noticia un poco exagerada decir que Koeman no cuenta con él, no es eso. Koeman lo contará, pero hay una plantilla muy amplia y lo importante es que sea competitiva".