La tragedia sobrevoló ayer el Gran Premio de Baréin de Fórmula 1 por el accidente que protagonizó Romain Grosjean en la primera vuelta. El piloto de la escudería Haas vio cómo su monoplaza se incendiaba después de chocar frontalmente contra el guardarraíl de la curva 3. El piloto salió aturdido y con quemaduras, pero por suerte no se tuvo que lamentar daños mayores gracias al HALO es el sistema de protección del habitáculo destinado a evitar que el piloto sea golpeado en la cabeza por los escombros o un neumático que se haya desprendido de otro coche. El francés, que en la imagen es ayudado a salir de su vehículo en llamas, solo sufrió quemaduras en las dos manos. Efe