La selección española femenina de balonmano mantiene vivas sus opciones de clasificación para la segunda fase del Europeo de Dinamarca, tras empatar ayer 23-23 con Suecia, en un choque en el que las Guerreras no pudieron aprovechar un último balón para ganar. Una oportunidad de victoria que parecía inimaginable apenas unos segundos antes, cuando las colegiadas rumanas Nastase y Stancu expulsaron, tras consultar las imágenes de video, a la jugadora española Lara González.

El poste

Polémica decisión que Suecia no supo aprovechar, tras ver como Melissa Petren, la máxima goleadora del encuentro, estrellaba en el poste el consiguiente lanzamiento de penalti. Un fallo que otorgó al conjunto español un último ataque para lograr la victoria y que las de Carlos Viver no pudieron culminar con éxito, tras el forzado y fallido lanzamiento final de Nerea Pena.

Igualada que permitirá a España lograr la clasificación para la segunda fase si consigue, al menos empatar, mañana con la República Checa, que cuenta por derrotas sus partidos.

Suecia castigó cada mínima fallo del conjunto español con su trepidante segunda oleada de contraataque, para situarse a los 9 minutos con una más que inquietante ventaja de tres goles (3-6) en el marcador. Si ante Rusia, la selección española nunca pudo detener la sangría, este sábado el conjunto español logró frenar la escapada sueca gracias a una espectacular actuación de la portera Silvia Navarro.

La guardameta española, que cerró el primer tiempo con diez paradas, no sólo sostuvo con sus intervenciones al equipo español, sino que dotó a las de Carlos Viver de la tranquilidad necesaria para mejorar sus prestaciones. Paradas y más paradas que permitieron a España escaparse en un marcador, en el que las de Carlos Viver llegaron a contar con una máxima renta de cuatro goles (13-9), que finalmente se quedaron en tres (13-10) al llega al descanso.

Más de lo mismo

Diferencia que el conjunto español, pese a las cinco nuevas paradas que firmó Navarro en el arranque del segundo tiempo, no fue capaz de defender (18-18) lastrado por las pérdidas de balón que encadenó ataque tras ataque.

Un fallo de Blohn permitió a España afrontar los últimos dos minutos con el balón en su poder y empate (23-23) en el marcador, pero erró hasta tres ataques antes de un final de infarto.