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Entrevista

Rafa Cabrera Bello: “Volver al ‘top 50’ del ranking es mi objetivo más importante”

El golfista, uno de los canarios más universales del momento, pasa unos días de descanso en la Isla antes de arrancar una temporada de grandes retos

“Volver al ‘top 50’ del ranking es mi objetivo más importante”

¿Cómo está en estos últimos días de vacaciones en casa?

Bien, contento de haber estado unos días en la Isla que no estaba desde el año pasado. Volver a ver amigos, familia, comer comida canaria, hacer cosas que me gusta hacer y estar en sitios donde no había podido estar, evidentemente, te alegra.

¿Cuántas ganas tiene de que acabe ya el año?

La verdad que como estoy disfrutando y de vacaciones, pues no tengo mucha prisa [Se ríe]. Todo el mundo tiene ganas de que llegue ya 2021, de olvidar el 2020 y ver el año nuevo como el lugar donde todo va a volver a salir bien de nuevo. Pero bueno, no hay que dejar que acabe el año para tener esa actitud. Se puede empezar desde hoy mismo.

¿De qué le valen estos días aquí? ¿Preparación a nivel mental, a nivel de juego?

Es un periodo de descanso. Vengo, practico porque lo tengo que hacer, ya que no puedo estar tanto tiempo parado, pero no es la preparación propiamente dicha, que eso arranca desde enero. Ahí es cuando me meto y me dedico en exclusiva a practicar. Ahora, a ver amigos, familia, disfrutar con mi mujer y mi hija y descansar, no solo golf.

¿Le ha dado tiempo de surfear algo?

Sí, sí. Me he cogido Maspalomas y La Cícer un par de días, no tanto como me gustaría, porque tengo a la pequeña y no puede ser esto solo surf...

¿Qué sentimiento le recorre cuando está aquí en el Real Club de Golf de Las Palmas?

Miles de recuerdos de cuando era niño, cuando crecía jugando aquí, echando nuestros campeonatos de putting green con los amigos... Un montón de vueltas que he jugado aquí, ver a Emilio, mi profesor de toda la vida. Se agolpan los recuerdos. Después, pues sentir el cariño de toda la gente del club, que constantemente me mandan su apoyo cuando estoy fuera. Saludarles y hablar, sentir ese aprecio y cariño es un orgullo para mí. Lo disfruto muchísimo.

¿Recuerda la primera vez?

No, pero sí que tengo frescos los recuerdos en el cuarto de los niños, de empezar a competir... En cada hoyo tengo anécdotas. Te da hasta cierta nostalgia.

¿Alguno que tenga marcado y le acompañe a día de hoy?

Jugamos la final de uno de los torneos más prestigiosos de aquí contra mi hermano. Él ganó, jugó un partidazo. Después de estar jugando el Campeonato de España Match Play, la Copa del Puerta del Hierro, que se jugó aquí porque yo lo gané el año anterior. Dio la casualidad que ese año lo ganó mi hermano y fue muy especial para toda la familia.

¿El primer palo lo cogió aquí?

Eso fue en Maspalomas, bueno miento: fue en el jardín de casa de mis padres. Donde aprendí a darle a la bola fue en Maspalomas y donde aprendí a jugar aquí.

Nunca imaginaría entonces que el golf se convirtiera en su modo de vida y en su profesión. ¿O sí?

De niño sueñas. Siempre tienes esa ilusión de jugar el Masters, de ganar torneos, llegar al Open, estar en la Ryder... He podido cumplir muchos de esos sueños, ha sido un gras esfuerzo por parte de mi familia, profesores y gente que me ha ayudado en mi carrera. El mérito de lo que he logrado no es solo mío. Sí que lo sueñas, pero como hay otros que creen en ser astronautas. En mi caso se han cumplido muchos sueños de niño, pero tengo otros por cumplir.

¿Como por ejemplo?

Ganar un Major, jugar más Ryder, ser Top 10 del mundo, etc...

Acumula 16 años como profesional. ¿Piensa mucho en lo vivido?

Son años, ya no soy un pipiolo, pero tampoco me considero mayor. Evidentemente hay cosas que me hubiera gustado conseguir que no he logrado. Estoy convencido de que me queda tiempo, pero también estoy muy contento por todo lo conquistado, que me atrevo a decir desde la humildad que no es poco. Esa es la balanza. Sigo teniendo ambición y ganas de dar más pasos, lograr más retos, pero a la vez no ofuscarse y no mirar en lo que has hecho. Si pasa eso, entras en un bucle donde no ves lo que has logrado que tampoco te permite mirar hacia delante.

No pierde el tiempo en el pasado.

No, desde luego. Me gusta mirar hacia delante.

¿Qué balance hace de este 2020?

Lo obvio es decir que ha sido un año raro para todos. En el aspecto deportivo no me ha ido bien, no he jugado como otros años. Podría criticar el porqué y lo he analizado. Ha habido partes del juego donde no he estado tan bien. No terminaron de salir los resultados y eso hace que tu confianza se melle. He tenido buenas vueltas, torneos decentes, pero no he despuntado como he hecho otros años. Ha sido tan raro el año que tampoco me quiero volver muy loco. No he jugado bien y podría elegir dar carpetazo o volverme loco y analizar más de la cuenta. Ha sido un buen año para tener un mal año, eso sí. Pero estoy convencido de que el año que viene va a ser mejor, porque aunque estemos en una situación similar a modo global, siento el positivismo de que voy a recuperar mi mejor juego.

¿Va todo ligado al aspecto mental?

Es un balance. Para mí el golf son cuatro pilares. Primero, preparación física, porque si no te encuentras bien es difícil jugar como uno quiere; otro es la parte técnica, porque si no tienes el swing, es complicado hacer resultados; después está la estrategia, la elección de cómo hacer cada campo, no equivocarse con el planteamiento. Si todas esas cosas están bien, pero la parte mental no se asienta, entran las dudas y no sale lo mejor de tu juego. Sin duda es fundamental, pero igual que las otras.

¿Dónde le pilló los meses más duros de la pandemia?

Jugando The Players. Jugamos el jueves, una buena vuelta. Justo antes de meterme en la cama nos llegó el mensaje de la cancelación del torneo. Estaba en Pontevedra Beach, en Florida, y me quedé tres meses más. Barajamos distintas opciones: volver a casa a Dubai, que acabó cerrando las fronteras, regresar a España, ir a Suecia, que es el país de mi mujer, pero hacía frío para salir a practicar... Al final acabamos quedándonos allí, porque la primera suspensión era de tres semanas. Arriesgarse a salir era arriesgarse a no volver a entrar. No fue un confinamiento severo como los de Europa, iba más por recomendaciones. Pudimos hacer lo que quisimos, con libertad de movimiento, pero limitado. Supermercado, practicar, algún día de playa y ya.

¿Creyó que la temporada estaba acabada?

No lo puse en duda. Al ser un país tan grande, se entendía que se comportaría de manera diferente según qué sitios.

¿El US Open fue el mejor momento del año?

Probablemente sí que fuera una de las mejores semanas de juego. Jugué muy bien, tuve opciones de ganar, casi hasta el último día, donde igual ya no para ganar, pero sí estar entre los cuatro primeros. No arranqué todo lo bien que me hubiera gustado en ese último día, hacía muchísimo viento, el campo supercomplicado, como se suele esperar en el US Open. Pero aún así fue una semana de inflexión: de no darle bien a la bola a empezar a hacerlo. A partir de ese momento jugué un poquito mejor, me faltaron los resultados, pero me sentía mejor.

Y eso que aquello fue una escabechina...

Fue muy duro, pero justo. He jugado otros US Open donde tienes la sensación de jugar en un campo donde los golpes buenos no existen. Este US Open no fue así, fue duro, difícil, pero los golpes buenos se recompensaban, como los no buenos. Pero no tenía la sensación de que ocurrían cosas ridículas o estúpidas sobre el recorrido del campo.

¿Cómo encara una temporada desde el puesto 144 del ranking?

Es lo que hay. No estoy en la posición de poder acceder a todos los torneos que me gustaría como sí estaba al principio del año pasado, pero soy consciente de que jugando bien voy a volver a encarar la situación. Ese es el objetivo principal: salir a jugar, paciente, porque los resultados no siempre salen cuando uno quiere, pero con confianza y serenidad. Sé que tengo juego y me encuentro bien para volver a la élite. Cuanto antes mejor, pero será cuando toque.

¿Y el objetivo concreto es?

Volver al Top 50 del mundo es el objetivo más importante. Después están los Juegos Olímpicos y la Ryder, que me gustaría poder volver a estar ahí.

La Ryder de 2020 pasó al 2021. ¿Se ve con posibilidades de entrar?

Voy a intentarlo. Ahora empieza a contar el ranking de puntos y espero poder tener esas opciones.

Nombró a los Juegos Olímpicos. Le da valor. ¿Tan grande es esa aspiración de repetir?

La verdad que sí. Es un torneo diferente porque no tiene la historia de los Majors para nosotros e igual deben pasar muchos años para que se iguale en importancia a un Major, pero es que fue una experiencia inolvidable. Ver a los mejores atletas del país, convivir con ellos, seguirlos de cerca, ver sus sacrificios... Compartir esa experiencia fue increíble. Entrar en Maracaná y ver a 100.000 personas gritando hacen que te sientas una estrella de rock.

¿Cómo ve el golf en España? Entre Jon Rahm, Sergio García y usted ha cogido cierto tirón de nuevo.

Siempre hemos tenido gente importante dentro del ranking. Ahora tenemos como buque insignia a Jon, que ha sido número uno del mundo este año, en un nivel espectacular. Después está Sergio, que nunca va a caducar porque es increíble como juega. Detrás viene una generación muy buena con Adrián Otaegui, Jorge Campillo, Adriá Arnaus, que están en edad de seguir subiendo y les llegará su momento de confianza y subidón.

¿Y aquí como lo ve? Se ha implicado otro año de lleno en su Circuito Rafa Cabrera Bello de promoción de talentos.

Siempre es más generacional. A nivel local va por generaciones. Hay una buena cantera, con unos grandes cadetes que consiguen éxitos a nivel nacional. Esa es la idea del circuito, darles a los jóvenes la sensación de tener objetivos a largo plazo, no solo con torneos puntuales, que tengan su ranking. Ahora queremos tener resultados inmediatos, quieres las cosas y las quieres ya. Ese es el modelo actual de la sociedad y no puede ser así. Hay retos inmediatos y otros a largos plazos. La creación del ranking va por ese sentido. El golf aquí en el Real Club de Golf de Las Palmas siempre ha hecho mucho por los jóvenes.

¿Qué le pide al 2021?

Siempre me desean muchos birdie y yo les digo que me conformo con que no traigan bogey. Es la broma, pero al final este año nos ha servido para pedir más que nunca salud. Que esto acabe lo antes posible y empezar a hacer lo que más nos gusta. Este 2020 ha habido momentos donde, aunque hubiera estado aquí, ni siquiera las podría haber hecho. ¿Cómo vamos a pedir cosas si ni siquiera lo que más nos gusta lo podíamos hacer? Por eso solo puedo pedir salud y normalidad porque estamos aquí y somos afortunados. Que vuelvan las cosas que nos hacen felices.

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