El fútbol de barrio es un concepto prostituido en muchas charlas relacionadas con el fútbol que se le atribuye a cualquier jugador que tire de artimañas y recursos más allá de lo cotidiano sobre el césped, lo atractivo, eso que engancha a los aficionados. De Arenales, en la capital grancanaria, salen muchas promesas del mundo fútbol, pero sin duda, el más ilustre no está sobre el césped, sino desde la línea de banquillo. Miguel Ángel Ramírez lleva el nombre del la Isla por todo un continente. El entrenador insular es la nueva sensación de Sudamérica.
Pretendido por media liga brasileña, Ramírez descansa en su casa de Gran Canaria “después de unos meses agotadores en Ecuador”, tal y como traslada su entorno cercano, ya que el entrenador se encuentra a la espera en la Isla hasta que se resuelva su situación contractual.
El técnico triunfó en el país sudamericano en la campaña pasada bajo el control del vestuario de Independiente del Valle, club con el que conquistó la Copa Sudamericana en 2019, competición que equivaldría para que el lector lo comprenda al mismo nivel que lo que sería la antigua Copa de la UEFA o actual Europa League. La segunda competición continental tras la Libertadores.
Ahora, un año después y tras ser la sensación de los banquillos en el hemisferio sur, el entrenador formado en las entrañas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria es pretendido con mayor ahínco por el Internacional de Porto Alegre de Brasil, tal y como apuntan varios medios.
También añaden estas publicaciones que a Ramírez se lo rifan entre otros históricos cariocas, tales como el Corinthians o el Flamengo entre el ramillete de clubes de Brasil que querrían hacerse con sus servicios, aunque cabe ser prudente.
Prudencia en negociar
Sin ir más lejos, Abel Braga, el entrenador que ocupa el cargo tras sustituir a Eduardo Coudet –que tomó rumbo a la banqueta del Celta de Vigo–, acumula cuatro victorias consecutivas y tan solo cayó eliminado de la Libertadores en penaltis por el Boca Juniors.
Además, hay que tener en cuenta que el Internacional marcha segundo en la tabla del Campeonato Brasileño. Habrá que esperar por tanto al comportamiento de las negociaciones que manejan sus representantes.
Mientras, Ramírez espera en su casa de Gran Canaria. No le preocupa las prisas y ya hablará cuando cierre un nuevo contrato en uno de esos pretendientes. Sabe que todo llega a base de trabajo y él ya ha demostrado un hito único en el fútbol sudamericano y nacional al ser el primer técnico español que conquista un campeonato en el continente. Además de coger el relevo de Luis Molowny como el segundo entrenador en hacerse con un trofeo de calado internacional.
Independiente es ya historia. De Ecuador dijo adiós con el último encuentro dirigido desde la línea de cal el 21 de diciembre en la derrota de los blanquinegros por 1-0 frente a Macará en el Estadio de Bellavista.
Así finalizó otra etapa más en la amplia trayectoria de este licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y con dos másters a su espalda, uno de Dirección Deportiva y otro en técnicas de coaching. Todas ellas guiadas por el baluarte de la carrera de Ramírez en los banquillos y nexo con Aspire Academy, Roberto Olabe –exportero de la Real Sociedad entre otros equipos–.
De aquellos inicios en los que cogió casualmente un equipo en el colegio Claret, y que ya no cesó hasta pasar por una larga lista entre los que aparece la UD Las Palmas en categorías de formación, el CD Alavés, un periplo de seis años en Qatar y su relación directa con Independiente del Valle, al que llegó para ser uno de los técnicos del fútbol base y que se vio con las manijas del primer equipo tras la sustitución de Ismael Rescalvo, en lo que en principio iba a ser un paso como interino y en el que terminó levantando un trofeo.
Pulgada a pulgada, como diría el entrenador ficticio, Tony D’Amato, cada logro que alcanza Miguel Ángel Ramírez en su carrera llega a base de sacrificio y estudio. Ahora, los más ilustres del cielo brasileño le esperan en el viaje que empezó en Arenales.
