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Una inclusión olímpica

El club Ilja Sports es el único ‘dojo’ en el que se entrena parataekwondo en Canarias y ya cuenta con una decena de deportistas federados

Una inclusión olímpica

Suena el despertador, ducha, desayuno, arrancar el coche o usar el medio de transporte con el que acudir al centro de estudios o laboral, ocho horas de producción, regresar al hogar, practicar deporte o cualquier otra actividad de ocio, cenar y dormir. Esta sucesión de hechos podría ser un día normal en cualquier persona de la sociedad actual y que podría estar precedida por un agotamiento físico. Seguro que conoce a alguna persona que le ha transmitido “qué cansado estoy”, por las obligaciones que tiene que realizar en su día a día. Pues ahora piense que hay una parte de esta sociedad, con limitaciones físicas o psíquicas a la que el día se le hace incluso más cuesta arriba de lo que a cualquier ciudadano le supondría.

En lo que se refiere al espacio deportivo, la inclusión para todo tipo de deportista se debe al doctor Ludwig Guttmann, el responsable de poner la primera semilla en 1948 con residentes de su hospital en la práctica deportiva y que en 1960 se consolidaría como los primeros Juegos Paralímpicos. Hoy, medio siglo después, el club Ilja Sport representa una de las ramas que creció a partir de aquel árbol plantado en el Reino Unido en el siglo XX y vela por la inclusión de los parataekwondistas canarios como el único dojo en el que se entrena y ya cuenta con diez deportistas.

Miguel Medina y Davinia Espino son los grandes valedores del proyecto ADAPTAekwondo, en el que quieren visibilizar los beneficios de la práctica de este deporte milenario, que más allá del tatami supone también un estilo de vida. “El objetivo de nuestro club y del proyecto es que demostremos que todo el que quiera puede practicar taekwondo si quiere”, trasladan ambos.

Una inclusión olímpica

Medina, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, comenta que ha tenido que luchar con numerosas barreras por hacer entender que el parataekwondo es una modalidad como cualquier otra dentro del ramillete de deportes paralímpicos. Una incongruencia teniendo en cuenta que en los Juegos Olímpicos de Tokio forma parte del programa de competiciones que se disputarán a partir del 24 de agosto hasta el 5 septiembre de 2021.

El centro de entrenamiento, ubicado en la calle Tecén del barrio capitalino de La Isleta cuenta, de momento, con diez taekwondistas con diversas discapacidades, pero en el que todos “forman una gran familia sin hacer diferencias”, explican los maestros.

En cuanto a los entrenamientos que llevan a cabo en el Dojo, “se adaptan a cada caso, aunque los enmascaramos con todo el grupo para que cada deportista se sientan con mayor protagonismo, se normalicen sus ejercicios y así además, creen vínculos entre ellos porque son parte de un todo”, añaden los monitores.

Además, Davinia Espino, se ha convertido en un referente ahora al ser “la primera mujer que hace poonset con muletas en España”, tal y como afirma ella, y quiere ser el espejo en el que se miren otras personas que se encuentren en su misma situación para que se animen a vestirse con el dobok y logren amarrarselo con un cinturón negro como el que luce, sin ninguna barrera que se lo impida.

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