La explosión del diamante amarillo. Cerebro y brazo ejecutor. El ideólogo del matagigantes. Sergio Ruiz Alonso (El Astillero, Cantabria, 26 años), en su segunda campaña en la categoría de plata, ha logrado colarse en la lista de los mimbres más determinantes.Su magia vale oro.Contabiliza tres goles, dos asistencias, 716 pases, 21 recuperaciones y 1.343 minutos de juego a las órdenes de Mel.
A préstamo hasta diciembre por el Charlotte Football Club de la Major League Soccer -la franquicia arranca en 2022 en la liga norteamericana-, Ruiz ha disparado su valor de amarillo en un 84,6%. Ahora está tasado en 600.000 euros. En la pasada campaña, en las filas del Racing de Santander, club con el que descendió a Segunda B, apenas era de 200.000. Sus 17 partidos con Las Palmas -se perdió cinco por lesión- le han abierto la puerta de registro franquicia.
El triplete de titanes -tumbar a Espanyol, Mallorca y Leganés en ete 2021- lleva el sello de rigor de este director de orquesta que se suma al ataque con la determinación de Jonathan Viera. Decide, ejecuta y gobierna. Ante el cuadro pepinero, dejó patente su precisión al batir a Cuéllar con un tiro cruzado desde fuera del área. Cabalgada e instinto asesino. Es su primer tanto en Siete Palmas. Ante Girona y Sabadell vio portería emulando a Raúl de Tomás.
Pasarela de fama
El pichichi de Segunda lleva doce dianas y una asistencia tras 1.797 minutos. La estrella del RCD Espanyol está valorado en diez millones. La segunda posición en la tabla del glamour es para el extremo periquito Embarba -ha participado en once victorias con cinco goles y cinco asistencias- con siete ‘kilos’. La tercera plaza es para Sadiq, tasado en seis millones, y que contabiliza diez dianas, tres asistencias y doce triunfos en el zurrón del ariete nigeriano. El mediocentro Darder (Espanyol) completa la relación de artistas más productivos, una mesa que reclama a Ruiz con su brutal comienzo de 2021. En lo referente al organizador periquito, lleva tres goles y dos asistencias. El mismo latir que el cántabro de oro. El Charlotte pagó un millón en julio al Racing.
El club isleño tiene un derecho preferencial para igualar la mejor propuesta que reciban los norteamericanos. Se dispara su cotización. Es el motor de propulsión del submarino que ha hundido a los tres transatlánticos de plata.
