Si la presencia de la selección española masculina de balonmano en el tramo decisivo de una competición internacional de máximo nivel no sorprende, vista la exitosa trayectoria de los Hispanos en los últimos tiempos, menos todavía lo es que dos colegiados grancanarios, Ángel Sabroso y Óscar Raluy -conforman la considerada mejor pareja arbitral del mundo-, figuren entre los elegidos para dirigir los partidos más determinantes de un gran campeonato, como elMundial de Egipto que hoy vive la ronda de semifinales.
En el tramo final de la cita mundialista habrá pues una triple representación de la isla de Gran Canaria, con los ya mencionados árbitros y el jugador de la selección Dani Sarmiento.
Y como viene sucediendo en los últimos tiempos en los acontecimientos más relevantes de selecciones, tanto Ángel Sabroso como Óscar Raluy deben mirar de reojo a la trayectoria del equipo de Jordi Ribera para saber sus objetivos en el torneo.
Por lo pronto, y aunque los Hispanos se encuentran en semifinales -juegan hoy frente a Dinamarca-, los responsables arbitrales de la Federación Internacional de Balonmano mantienen activos a los colegiados isleños.
Esta mañana mismo se conocerían los nombres de los árbitros encargados de dirigir los dos encuentros de semis -como es habitual se hacen las designaciones el mismo día del partido para evitar suspicacias-. Y Ángel Sabroso y Óscar Raluy podían optar a pitar el choque entre los combinados nacionales de Francia y Suecia, que tiene lugar antes del choque España-Dinamarca.
Y dependiendo del resultado de estos dos encuentros, se conocerán las opciones de los colegiados grancanarios para estar en los enfrentamientos en los que se juegan las medallas del Mundial de Egipto, el sexto consecutivo para los trencillas isleños en cuanto a la categoría masculino pues en su amplio y exitoso palmarés también figura una participación en un Campeonato del Mundo femenino. Si los Hispanos se meten en la gran final, apuntan al duelo por el bronce; y si pierden, son candidatos a pitar el choque decisivo.
