El Juan Guedes continúa siendo un fortín. El Tamaraceite no conoce la derrota en el estadio capitalino ni aunque le visite el Algeciras, líder del Subgrupo A del Grupo IV de Segunda B. Se le había puesto cuesta arriba al conjunto insular con el tanto de Ubis, pero Asdrúbal rescató un punto en el minuto 83 con un golazo por la escuadra andaluza y mantiene la diferencia de dos puntos con el conjunto andaluz.

Declaraciones de Salva Ballesta tras el Tamaraceite-Algeciras

Declaraciones de Salva Ballesta tras el Tamaraceite-Algeciras

Que lo que estaba en juego tenía un aroma a equipos con ganas de ascender de categoría se vio desde el primer balón en juego. David González, el alma del Tamaraceite lo vivió en sus carnes a los 30 segundos de partido cuando se llevó el besito de los tacos de Raúl en su tobillo. Vueltas de dolor sobre el césped que no se tradujeron en una cartulina de sanción sino que se limitó en una advertencia para que el partido transcurriera por las lindes de la deportividad más que por el juego subterráneo.

Del Algeciras destacó el dibujo sobre el terreno de juego, sorpresivo por su falta de posiciones fijas. Los jugadores comandados por Salva Ballesta se movían con total libertad entre líneas y se sustentaban con el trío de centrales en la retaguardia. Una exigencia física que podía repercutir ante el elevador nivel de toque que imprime el Tamaraceite con los quilates de Toni Robaina y el Moco en la medular grancanaria.

El peso del encuentro lo llevó el Támara desde el arranque del choque y el peligro sobre el arco de Vallejo no cesó aunque con escasez de acierto. Robaina, Julio Báez y Eros martillearon la portería rival en los quince minutos iniciales pero sin sensación de poder rebasar la línea de meta.

Todo lo contrario que ocasionaron entre Ubis y Canillas en torno al minuto 20. Un balón en largo desde el centro del campo le cogió la espalda a Alberto y el esférico se plantó en los dominios de Nauzet sin un claro dueño. Primero lo intentó Ubis y en el rechace le cayó a Canillas, que se recreó con el cuero y le dio tiempo a Aythami Álvarez de deslizarse sobre el verde para evitar el primer tanto de la mañana.

Lo buscaban los dos equipos. La igualdad era patente en el Juan Guedes entre los dos equipos que comandan el Subgrupo A del cuarto grupo de la categoría de bronce español. El respeto era mutuo aunque sin especular en ningún segundo, cualquier error iba a costar caro en la lucha por la clasificación para el Playoff de ascenso a la Liga SmartBank que está apretadísimo en la parte de arriba de la tabla con cuatro equipos separados por tres puntos.

La velocidad con la que se jugó hasta el ecuador de la primera parte del duelo provocó que se reservaran las energías porque al choque todavía le restaba una hora de juego. La posesión se repartió entre los dos contendientes. La plaga de centrocampistas en el tapete, cinco por parte de los dos conjuntos, convertía la medular en una auténtica selva de piernas librando una guerra por hacerse con el control del partido.

Echaba en falta el Tamaraceite el criterio de su brújula en el césped, David González. Sin la prolongación de Chus Trujillo en el verde, agobiado por la marca de Yelko Pino y Raúl Hernández, faltaba fluidez en el juego local. Salvo los balones en largo desde la línea de centrales con destino a Eros, o los intentos de López Silva y Julio Báez por los costados, la potencialidad ofensiva local se comportaba inerte.

Al descanso se llegó con un pequeño susto en el cuerpo del portero del Algeciras después de que Toni Robaina lanzara una falta desde la frontal del área y que mandó el esférico cerquita del poste izquierdo de Vallejo.

Cambio de cromos

Chus Trujillo agitó la coctelera e hizo cambios en su alineación para afrontar la segunda parte. Asdrúbal Padrón le dio el relevo a Eros y unas molestias de Ale Pérez le obligaron a dar su sitio a Jordán Hernández en el carril derecho. La pelea del Búfalo en la delantera blanquiazul se dejó ver desde su primer aliento apretando a los defensas andaluces.

Con más aire en los pulmones llegaron dos ocasiones casi de forma seguida. Primero en una contra llevada por López Silva por su banda, que finalizó con una zancadilla en el área a Toni Robaina que no fue sancionada por el trío arbitral; y acto seguido el turno fue para el Algeciras, que tuvo el tanto en las botas de Raúl cuando se plantó solo ante Nauzet y el cancerbero chicharrero sacó una mano milagrosa para evitar el gol. Hasta el momento, el héroe de su equipo con tres paradas de mérito durante la mañana.

Pero nada pudo hacer en el tanto del Algeciras. El Támara, buscando abrir la lata se lanzó con casi todo a la ejecución de un balón parado y se quedó desguarnecido en la zona defensiva con David García como única marca. Aprovechó la contra el equipo algecireño para poner el 0-1 en el luminoso. Raúl se deshizo de la marca del central insular en carrera y dio el pase de la muerte a Ubis para que empujara el balón a la red capitalina.

No tardó en reaccionar Chus Trujillo y antes de que sacaran del punto de centro introdujo a Ismael Fagir y a Jonathan Quintero en la punta de ataque en detrimento de Julio Báez y Toni Robaina y apostarlo todo para no perder su condición de imbatible en el Juan Guedes.

Con el tanto a favor del Algeciras, el equipo andaluz entró en modo pérdida de tiempo. Entre fingir golpes, tirarse al suelo para arañar minutos e ir desesperando a los jugadores locales a base de triquiñuelas intentó llegar al 90’ comandando el tanteador.

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Segunda B: Tamaraceite - Algeciras Andrés Cruz

Tenía que tener cuidado Asdrúbal, excesivamente llevado por sus emociones en busca del empate y que le costó una tarjeta amarilla y una advertencia posterior por otro encontronazo con Vallejo en un despeje a la desesperada del guardameta verde.

Tanto corazón le pone el Búfalo que no podía ser otro el que pusiera la emoción a siete minutos del final. Entre tanta pérdida de tiempo, Vallejo se ganó la cartulina amarilla por demorar un saque de puerta y con la posterior prisa perdió el balón por rifarlo. Alexis Ramos recogió la pelota, se la pasó a Asdru y soltó un zapatazo directo a la escuadra para hacer creer en la victoria y el asalto al liderato en los últimos compases.

La tuvo Quintero en el descuento. Con el Tamaraceite volcado sobre el área rival, al pichichi del equipo le llegó el balón por arriba y con un control de espuela y el posterior remate a bocajarro se vio con el cuerpo de Vallejo encima de él para evitar la derrota de los suyos.

Concluyó el partido convertido en un auténtico correcalles y con patadones en largo por parte de los dos equipos, uno buscando la victoria en casa y el otro defendiendo su liderato en el grupo, que es tal y como quedaron las cosas con el reparto de puntos en el Juan Guedes.