-¿Cómo recibió la noticia?

-No tenía ni idea de que era candidata, estaba sentadita en el sofá, era por la mañana, no tenía nada que hacer, estoy de reposo por la lesión, y he pensado, ‘¡ah, hoy se reúne el jurado de los Princesa de Asturias!’. Leí que había 18 candidaturas este año, me gusta estar atenta porque me gusta el deporte. Me llama un teléfono desconocido, a una hora extraña. Lo he cogido. ‘Mira, que te llamamos de la Fundación Princesa de Asturias...’ ¡No me lo puedo creer! Me lo han comunicado y ha sido la emoción más tremenda.

-Y a partir de ahí, la locura.

-La locura, sabía que tenía como cinco minutos para llamar a mi madre, a mi marido y a mi hermano, que eran las tres personas a las que quería decírselo más rápido. No he tenido tiempo de mirar las redes, los Whatsapps, que lo último que he visto han sido más de 500 mensajes, ciento cincuenta y pico llamadas perdidas... Me sobrepasa, me abruma. Por eso le he pedido ayuda a Mariano (su marido), no podía sola.

-Le han llegado felicitaciones de todo tipo de gente.

-Sí, he recibido mucho cariño que creo que es con lo que me tengo que quedar hoy. Siempre lo he recibido y siempre lo digo, pero personas con las que hacía un montón de tiempo que no hablaba que me han mandado mensajes.

-¿Qué supone este premio para alguien como usted que lo ha ganado todo?

-Siempre hay algo más por conseguir pero este es que es el premio, es muy importante. Había estado nominada varias veces porque habían presentado mi candidatura, había sido finalista, una vez me quedé a un voto. Lo había tenido tan cerquita y a la vez tan lejos... Y esta vez que ni siquiera sabía que estaba, mira, me encuentro con el sorpresón. No tenía ni discurso preparado, me han empezado a llamar y no sabía ni qué decir. Mi corazón lo que me dicta es compartir y quiero compartirlo con muchísima gente, con deportistas paralímpicos, deportistas en general, mujeres deportistas... Me hace reforzar mucho un mensaje que me encanta transmitir que vivimos muchas veces momentos de bajón, de pensar que no sales de esta... Pues es un buen momento para echar la vista atrás y recordar aquellas primeras brazadas, cuando me tiraba con un chaleco salvavidas, superando muchos miedos y vergüenzas y mira donde estoy hoy, con todas las medallas y ganando el Premio Princesa de Asturias. Por eso mi mensaje es para todos los que están viviendo un momento de bajón y para la gente con discapacidad.

-Es la primera deportista con discapacidad en lograrlo, la séptima mujer, todo suma.

-Estoy muy emocionada por ver que se van rompiendo barreras conmigo. Al final me lo dan a mí, yo seré la que me lo traiga a casa, pero en el corazón lo comparto con todo el mundo.

-¿Qué retos tiene por delante?

-Tengo los Juegos. Los premios no los buscas, yo busco las medallas, que es lo que depende de mí, ganar a mis rivales. Lo demás, bienvenido sea. Esto ha sido una sorpresa tremenda pero espero que quede mucho por delante.

-¿Tiene todos los premios y las medallas en casa?

-Las medallas las tengo muy guardadas y los premios por aquí alguno por aquí y por allí, otros también en casa de mi madre. Tengo el Aragonés del Año aquí y el de deportes en casa de mi madre. Están por ahí repartidos. Hay muchos. Pero este tendrá un sitio especial. No sé ni cómo es de grande, es un busto de Miró, hay un diploma y una insignia.

-Todo esto, además, ha podido vivirlo en familia, con su hijo.

-Eso es lo más bonito. Cuando he llamado a mi madre ha empezado a llorar, nos hemos puesto a llorar las dos a moco tendido. Ha sido una locura de día. Una locura muy bonita que guardaré siempre en la memoria.