Paula Badosa se ha queda a las puertas de las semifinales del Roland Garros. La eslovena Tamara Zidansek (85 mundial) le cortó el camino al vencerla por 7-5, 4-6 y 8-6, en una batalla emocional y de tensión.

Los nervios han marcado el partido desde el principio. La tensión de sentirse favorita ha agarrotado a Badosa desde el momento que ha tomado ventaja de con dos ‘breaks’ de salida (3-0). A partir de ese momento Zidansek ha soltado más sus golpes y ha conseguido tres roturas seguidas para igualar el marcador (4-4).

Siete roturas

El partido era una montaña rusa de sensaciones para las dos jugadoras, nerviosas por su estreno en los cuartos de final de un Grand Slam.

Bajo esa tensión se han roto el servicio en siete ocasiones, la última Zidansek, para llevarse el primer set en 52 minutos, con la explosión de alegría del palco de la tenista eslovena, en el que está desde el torneo de Madrid, el veterano técnico español Pancho Alvariño, que, curiosamente, había entrenado a Badosa con 14 años en Valencia.

Y esa presión de acercarse a las semifinales también ha pasado factura a Zidansek en la segunda manga en la que ha dejado escapar una ventaja de 4-2 y saque en su poder para colocarse 5-2. La eslovena no lo ha conseguido y Badosa ha aprovechado el momento ganar cuatro juegos seguidos y el segundo set, con una celebración que le ha costado una advertencia del árbitro por conducta antideportiva en su gesto. La tenista catalana ha protestado la decisión. "Qué dices, qué inventas. No he dicho nada", decía enfadada.

Badosa ha olvidado rápido la sanción. Le ha servido, si acaso de acicate, para sumar el sexto juego seguido a su favor y colocarse 2-0 para empezar el tercer set. Pero, de nuevo, con el marcador en contra, Zidansek se ha soltado para apuntarse tres juegos seguidos (2-3).

Tensión en los palcos

Volvía la tensión en la pista, aumentada desde los palcos, especialmente desde el de Zidansek donde todo su equipo le estuvo animando durante todo el partido con gritos de "¡vamos! y ¡olé!" para celebrar cada punto. Mantener la bola en juego era vital. La que menos fallase se llevaba el partido.

Desde el 2-2, ninguna se había roto el saque hasta el 6-6. Badosa tuvo los dos primeros 'break points' pero se le escaparon. Zidansek los tuvo en el siguiente juego. Eran dos 'match balls' y en el segundo certificó el triunfo tras dos horas y 36 minutos de batalla.