"Una línea roja ha sido sobrepasada". La ministra de Deportes francesa, Roxana Maracineanu, calificó el lunes con estas palabras la pelea campal en el Niza-Olympique de Marsella(OM), del domingo por la noche. El lanzamiento de objetos contra los jugadores marselleses y la invasión de campo por aficionados del Niza para agredir al equipo rival no solo provocaron la suspensión del encuentro, sino que conmocionaron el fútbol francés.

La Ligue 1 se las prometía muy felices en esta nueva temporada con la llegada de Lionel Messi y el retorno de los espectadores. Pero ha quedado manchada por estas imágenes tan lamentables. Y el episodio traerá cola. 

Posible cierre

Los empujones y botellazos en el Allianz Riviera de Niza dieron paso el lunes a una pelea judicial entre ambos equipos. La LFP anunció que este miércoles celebrará una comisión de disciplina con ambos clubs. Tras esta primera reunión, se abrirá probablemente una investigación que determinará las responsabilidades en el altercado, decretará probables sanciones –quizá un posible nuevo cierre del estadio– y el desenlace del partido, suspendido cuando faltaba un cuarto de hora para el final. La fiscalía de Niza también abrió una investigación, aunque de momento no hay ningún detenido.

El Niza-Marsella dejará un triste recuerdo por los incidentes extradeportivos. A pesar de que se enfrentaban dos candidatos a terminar en los primeros puestos de la Ligue 1, todo lo sucedido en el terreno de juego quedó en un segundo plano después de lo que pasó a partir del minuto 75. Entonces, el mediapunta marsellés Dimitri Payet recibió un botellazo y la devolvió con fuerza contra el público, harto del lanzamiento de objetos constante en cada saque de esquina . Numerosos ultras del Niza invadieron el campo e intentaron agredir a jugadores del OM. Así se originó un momento de caos en que hubo golpes y empujones entre jugadores, aficionados y miembros de seguridad.

Tensión en el palco

"Estamos muy sorprendidos por lo que pasó. Nos parece inadmisible que los aficionados puedan entrar al terreno de juego de esta manera", dijo el capitán del OM, el guardamenta Steve Mandanda, en un video publicado en las redes sociales. Los jugadores marselleses "hicieron bien en defenderse. En un partido en que se agrede a jugadores y árbitros, es normal que reaccionen", sostuvo, por su lado, la ministra Roxineanu.

Los empujones y botellazos dieron paso a un batalla judicial entre ambos equipos

No obstante, los dirigentes del Niza y el Marsella discrepan sobre lo sucedido. El domingo la tensión también estuvo presente en el palco, donde el presidente del OM, el español Pablo Longoria, casi llegó a las manos con el exfubolista y ahora concejal de Deportes en Niza, José Cobos.

Rivalidad regional

Jean-Pierre Rivère, presidente del conjunto local, se interpuso para separarlos, pero no culpó de lo ocurrido a sus hinchas sino a los jugadores del Marsella. La paz aún no reinaba el día después. Ambas directivas seguían inmersas en un cruce de declaraciones este lunes, así como los políticos locales de las dos ciudades, que tiene una fuerte rivalidad regional.

Este inicio de temporada del OM se ha visto marcado por la visita en dos de los campos más hostiles. Antes de Niza, ya se desplazó al campo del Montpellier, otro rival regional, en la primera jornada. Allí uno de los jugadores del equipo de Jorge Sampaoli ya sufrió un golpe por una botella lanzada por el público.

La buena noticia del retorno del público en los estadios se ha visto lastrada en Francia por los incidentes violentos de una minoría de aficionados. Una de las peores caras del deporte rey, de la que no logra despegarse totalmente.