No es la Eurocopa ni mucho menos un Mundial. Se trata más bien de un invento de la UEFA para dar seriedad a los controvertidos amistosos de las selecciones, pero debe reconocerse que la Liga de las Naciones ha conseguido su objetivo. Lo que antes se miraba como un trámite que apenas enganchaba a la afición, ahora tiene un cierto interés gracias al nivel de los contendientes.

El primer campeón fue Portugal, que se coronó en Oporto en 2019. Esta semana se conocerá el segundo con la final four de Italia, precisamente la selección que se proclamó campeona de Europa en julio ante Inglaterra en Wembley.

Más competitividad

La competición con menos tradición del panorama internacional de selecciones intenta fortalecerse en un calendario plagado de partidos. La primera piedra de su creación se puso en 2011 en una reunión en Chipre que abrió una consulta cerrada tres años después con el nacimiento de la UEFA Nations League, aprobado en un congreso celebrado en Astana. 

"La UEFA y las federaciones querían una mayor relevancia del fútbol de selecciones, ya que los entrenadores, jugadores y aficionados sienten que cada vez más los amistosos internacionales no están aportando una adecuada competición deportiva", refleja el organismo como origen de un torneo que distribuye a las 55 federaciones en cuatro ligas según su ranking. A partir de ahí, se producen ascensos y descensos garantizando partidos de gran interés. 

Época convulsa

En Italia se dan cita esta semana las campeonas de los cuatro grupos de la primera categoría. En la final four coinciden la campeona del mundo (Francia), la reina de Europa (Italia), la número uno de la FIFA (Bélgica) y España, que aspira a darse una alegría en una época convulsa en la que todas las miradas se dirigen hacia Luis Enrique, el seleccionador que llevó a la Roja hasta las semifinales en la última cita continental a pesar de las críticas, procedentes especialmente desde la capital.

Italia se cruzó en el camino de España en la anterior Eurocopa en una apasionante semifinal en Wembley que se decidió en los penaltis. La Roja y la azzurra volverán a pelear el martes por un hueco en la final del domingo en San Siro, el estadio que también acogerá el pulso de este miércoles. 

Un premio para la Roja

Italia parte como favorita ante una España con dudas. Compite en casa y acumula 37 partidos sin perder (28 victorias, 9 empates), un récord histórico que supera las marcas de 36 encuentros de España (2007-2009) y Brasil (1993-1995). Su última derrota se produjo el 10 de septiembre de 2018, precisamente en la Liga de las Naciones ante Portugal (0-1).

"España fue el rival contra el que más luchamos durante la Euro. Es un buen equipo con buenos jugadores. Sería increíble ganar la Nations después de Eurocopa", asegura Roberto Mancini, dispuesto a lograr el doblete en un 2021 brillante. "Estar en la fase final es un premio que nos hemos ganado. Por eso no siento presión. El objetivo es ser campeón y a eso vamos. Es una competición que nos motiva y nos encantaría ganar", reflexiona Luis Enrique. 

Mirando al Mundial 

España comandó su grupo de la Liga de las Naciones por delante de Alemania (a la que goleó 6-0), Suiza y Ucrania, que fue la única capaz de derrotarla. Con 13 goles es la segunda más realizadora del torneo, solo superada por Bélgica (16). La final four llega un mes antes del reto que más preocupa a Luis Enrique. "En noviembre nos jugamos estar en el Mundial, la mayor motivación para un jugador. Me encanta que haya ruido mediático, significa que nos estamos jugando cosas importantes", sostiene el asturiano.

En San Siro no faltarán los referentes del último éxito de la azzurra, como el meta Donnarumma, los veteranos Bonucci y Chiellini, o el peligroso Chiesa. No menos interesante será el elenco del pulso del jueves en Turín, en el que Francia intentará resarcirse de su fracaso en la pasada Eurocopa, en la que cayó en octavos contra Suiza cuando aspiraba claramente al título.

Con Mbappé, Benzema y Griezmann al frente, los bleus se la jugarán con la Bélgica de Lukaku, Eden Hazard y De Bruyne. El bloque de Robert Martínez ya fue eliminado del último Mundial por los franceses, que ahora aspiran al trono del torneo de selecciones más joven de la UEFA.