El relevo generacional ya es una realidad en la selección española femenina de balonmano. Las jóvenes Guerreras se hicieron mayores para retomar un partido que parecía perdido y comandaron al combinado de Prades a las semifinales del Mundial tras vencer (26-21) a Alemania. Dieron la razón a aquellos que dicen que los apuros y las crisis sacan el lado más creativo y dejaron claro que el balonmano español tiene más futuro que presente, que ya es decir.

Porque el partido empezó torcido. Como si el cambio de escenario hubiera desubicado a las Guerreras de su camino hacia el trono, España se desajustó en defensa y no encontró la forma de batir a Dinah Eckerle. Empeñadas en buscar a una ‘Shandy’ perfectamente estudiada, las pérdidas y los errores fueron la tónica de unos primeros compases en los que solo el acierto de Merche Castellanos en portería dejó abiertas las esperanzas. Nada funcionaba, ni siquiera los tiempos muertos del técnico español, que veía como las alemanas empezaban a abrir una brecha importante en el marcador.

Pero entonces la nueva generación alzó la voz, sentó a las capitanas y obligó al seleccionador alemán a pedir tiempo muerto. Con Paula Arcos y Maitane Etxebarria al mandó el porvenir del partido fue otro y la joven España, la de las promesas de oro, se hizo gigante y le dio la vuelta a la tortilla. El empate llegó a 9 minutos del descanso y a partir de ahí el partido solo tuvo un color, el de la camiseta de una Arcos decidida en convertirse en la nueva estrella de la selección.

Engranaje en marcha

La zurda de oro de Alicante enseñó la puerta de salida a Alemania y con tan solo 19 años hizo vibrar a España al ritmo del gol. Su expresión cerrando los puños y celebrando la exclusión de Xenia Smits a 30 segundos del descanso resumieron la segunda mitad de las Guerreras. Garra, garra y más garra. Ese es su camino.

También mucho balonmano. Porque cuando no era Arcos, era ‘Shandy’, que en la segunda mitad encontró el camino hacia el gol desde los extremos. El engranaje volvía a funcionar y ni el cambio en la portería alemana pudo separar a España de las semifinales de su Mundial. Pues cuando flojeaba la defensa aparecía Merche bajo palos emulando el gran partido de Silvia Navarro ante Brasil. Y cuando se atascaba el ataque comparecía el Palau d’Esports, que dejó una delas imágenes del Mundial tras la exclusión de Kaba Gassama. La hija prodigio de Granollers regresó a su casa y su familia no dudó en abuchear a las colegiadas cuando sacaron a su hija del 40x20.

De donde no la echaron es del camino hacia las medallas. Y es que, incluso cuando el marcador empezó a estrecharse, nadie temió por el resultado porque Arcos y Merche estaban sobre el parqué. Y porque Silvia Navarro aparecía para detener los 7 metros más comprometidos. El partido terminó con una ola del estadio y un triunfo que vale unas semifinales. El viernes espera el ganador del Noruega-Rusia. Las campeonas de Europa o las subcampeonas olímpicas. Pero a nada teme esta España aupada por el atrevimiento de la juventud.

Ficha técnica:

26 - España (14+12): Castellanos (Navarro ps), Martín (3), Espínola, Alícia Fernández (3), Barbosa (2), Césareo, Gutiérrez (1) -siete inicial-; Silvia Arderius, Carmen Campos (7), Maitane Echeverría (3), Soledad López, Kaba Gassama, Ainhoa Hernández (2), Almudena Rodríguez (1) y Paula Arcos(4).

21 - Alemania (10+11): Eckerle (Filter ps), Lauenroth (2), Smits (1), Grijseels (3), Schmelzer (4), Bolk, Berger (1)-siete inicial-; Kalf (2), Petersen, Stolle, Zschocke (2), Degenhardt, Maidhof (6), Schulze y Stockschlader.

Árbitros: Karina Christiansen y Line Hansen (Dinamarca). Exclusiones a Smits (2) y Zschocke por Alemania y Kaba Gassama por España.

Marcador cada cinco minutos: 0-3, 2-5, 3-6, 7-8, 11-9, 14-10-descanso-; 17-12, 18-15, 21-17, 22-17, 23-20 y 26-21-final.

Incidencias: Encuentro de cuartos de final del Campeonato del Mundo disputado en el Palacio de Deportes de Granollers ante 1600 espectadores.