Javier Tebas se había preparado a conciencia para estas dos últimas semanas, claves en el devenir de LaLiga de cara a los próximos años y también para su propio futuro. Desde que en 2015 consiguió que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobara por ley la venta centralizada de los derechos audiovisuales de la competición, y al margen de la pandemia, el dirigente aragonés no había afrontado dos reválidas de la entidad de las actuales, celebradas en el plazo de cuatro días, entre el viernes 10 y el lunes 13.

Por un lado, la ratificación del acuerdo con CVC. Por otro, la venta de los derechos audiovisuales para los cinco próximos años. Las dos se concretaron con un gran porcentaje de éxito para su impulsor, el presidente de LaLiga.

Cada una tiene sus pequeños matices, pero no empañan la victoria (siempre parcial, pues la guerra no acaba nunca) de Tebas frente a sus oponentes, reforzada por el aval de la Justicia a su actuación en el Caso Deportivo-Fuenlabrada, relativa al brote de covid de los madrileños en la última jornada de Segunda en verano de 2020.

"Nos va bien"

“La gente piensa que los clubes pequeños le apoyamos por algún tipo de motivo oscuro o porque nos tiene pillados por ahí abajo. Pero la realidad, en la mayoría de los casos, es mucho más simple: le apoyamos porque nos está yendo bien con lo que hace. Y el día que nos vaya mal, le retiraremos nuestro apoyo. Es así de simple”, sintetizan desde los despachos de un club de Segunda División.

Este mismo jueves, Tebas recibió otro espaldarazo, tras la desestimación por parte de la Justicia de una demanda a LaLiga de 23 millones de euros por parte del Real Madrid. Los juzgados, eso sí, también le han servido una derrota este mes de diciembre: el aval de la Audiencia Provincial de Madrid a la actuación de la RFEF a la hora de impedir que partidos de Primera se disputen fuera del territorio español, en este caso concreto, en Miami.

El balance, en todo caso, es positivo para Tebas, un dirigente que siempre tuvo claro que en una institución democrática como LaLiga, en la que el voto del campeón de Primera vale lo mismo que el del recién ascendido a Segunda, la estrategia debía ser estar al lado de los clubes pequeños.

Parapeto

Sencillamente, son muchos más y él no deja de ser un empleado, el de máximo rango, de LaLiga, elegido por mayoría por todos ellos. Y sirve además de parapeto para los aficionados ante decisiones complejas respaldadas por los clubes, como la del fútbol de los lunes. Los golpes que deberían ir para los clubes los recibe él y es algo que asume y acepta como parte de su trabajo y de su generoso sueldo.

Esa línea de trabajo ha chocado siempre con los legítimos y lógicos deseos de Real Madrid y Barcelona, que han visto retroceder, aunque sea poco, su poder económico en el campeonato nacional, así como los del Athletic, cuya particular filosofía pierde pujanza cuanto menor sea la distancia económica con sus competidores locales (Real Sociedad, Osasuna, Alavés…). De ahí la guerra que ahora se libra y que se visibilizó como nunca antes con el acuerdo con CVC.

Sacar adelante el acuerdo con el fondo de inversión era una obsesión para él, convencido desde hace años de la necesidad de que los clubes crezcan en infraestructura para poder acercarse a la ahora inalcanzable pujanza de la Premier League. Dependiendo de a quién se pregunte, Tebas estaba muy nervioso o nada en los días previos a la Asamblea.

Lo cierto es que esa semana se multiplicaron las llamadas desde la sede de LaLiga a clubes de toda España para disuadirles de la tentación de sumarse a la contraoferta en forma de crédito que plantearon Real Madrid, Barcelona y Athletic. Finalmente, el bloque de 39 sufrió la baja del Ibiza y la parcial, en forma de abstención, del Real Oviedo, pero no es un desenlace que preocupe en la sede de la asociación.

Plan B

En muchos clubes, la principal preocupación residía en conocer el horizonte que se podía dibujar si, como ha sucedido, Madrid, Barça y Athletic llevaban el acuerdo ante los juzgados y estos decretan en el futuro la suspensión, cautelar o definitiva, del pacto con CVC. La reacción de Tebas fue cubrirse las espaldas, pactando con el fondo de inversión un crédito paralelo de 400 millones de euros (el importe del pago que realizará antes de final de año), que solo se activará si la Justicia tumba el proyecto original.

A nivel personal, la ratificación del acuerdo con CVC también es importante para Tebas, pues lleva implícita su continuidad en LaLiga durante, al menos, los próximos siete años. No necesariamente como presidente, pues esa decisión está en manos de los clubes y su mandato actual caduca en 2024, pero sí como ejecutivo que vele por el cumplimiento del acuerdo con el fondo. Hay clubes, de hecho, que piensan que no optará a un nuevo mandato cuando finalice el actual.

Y si importante fue la firma con CVC, más todavía lo fue el siguiente capítulo. Frente a todos los pronósticos negativos, LaLiga consiguió el lunes mantenerse en niveles idénticos de ingresos en materia de derechos audiovisuales: 4.950 millones de euros por cinco temporadas. Incluso un poco por encima, si bien es cierto que este concurso tenía la peculiaridad de que ahora los gastos de producción correrán a cargo de la competición, lo que en la práctica dejará los ingresos netos ligeramente por debajo de la cifra anterior.

Amazon y Relevent

Tebas jugó sus cartas para elevar el precio final de la adjudicación o al menos eso piensan en muchos clubes, exultantes en su mayoría con el resultado del 'tender'. Durante meses, el dirigente estuvo alentando la posibilidad de que Amazon Prime entrara con mucha fuerza en la puja, algo que nadie tiene claro si sucedió o no y de lo que la propia empresa no quiere hacer comentarios.

Además, en los últimos días, desde LaLiga se filtró una presunta oferta de Relevent, su socio industrial en Norteamérica, de 5.000 millones de euros. Entrara o no en la puja (en el sector se sospecha con aparente seguridad que ni siquiera lo hizo), lo obvio es que Relevent no puso esa cantidad sobre la mesa, pues habría resultado ganador. "Ha ido de farol y le ha ido bien. Nos ha ido bien", destacan en un club de Primera.

La espina clavada de Tebas con este concurso es que no ha conseguido despegarse de la dependencia de Telefónica y su estrategia de comercializar el fútbol a través de paquetes que incluyen servicios como fibra óptica y telefonía fija y móvil y que, en la práctica, requieren una inversión mínima en los hogares de 100 euros al mes para poder ver LaLiga.

El escenario ideal para él y su equipo de trabajo habría sido que Dazn u otra OTT (como la propia Amazon) se quedara con todos los paquetes, o incluso que lo hiciera un tercero (¿Relevent?) que los revendiera a múltiples plataformas, pero asumían que ese mercado todavía tiene que madurar más en España para competir con un gigante como Telefónica.

Negociaciones

La manera en que Telefónica (que está a expensas de la CNMC) y Dazn, coadjudicatarios de la competición los próximos cinco años, acuerden la manera de compartir sus derechos será clave en la voluntad de Tebas de ampliar el número de consumidores de LaLiga en España. "En España hay 13 millones de usuarios de OTTs que ni pagando pueden ver fútbol", se lamentó hace unos meses en una entrevista en 2Playbook.

El acuerdo que ahora mantienen ambas plataformas incluye un intercambio de contenidos, de manera que todos los de Dazn se pueden ver en Movistar y la Fórmula 1 (propiedad de Telefónica) puede verse también en la OTT, sin necesidad de contratar más servicios con el operador español. Parece difícil que esa fórmula se replique con el fútbol, pero aún es pronto para predecir cómo se resolverán las negociaciones.

Orange, que ahora ofrece todos los partidos gracias a un acuerdo con Telefónica, ya ha anunciado que abrirá negociaciones con ambos adjudicatarios para emitir la competición los próximos años. El otro gran operador de televisión de pago convencional, Vodafone, no parece interesado en regresar al negocio del fútbol, que abandonó hace ya unos años.

En el horizonte, aún lejano, el proyecto de que LaLiga sea capaz de comercializar sus propios derechos a través de una OTT propia sin necesidad de intermediarios que se ocupen de la distribución. Para ello, ya existe desde hace unos años LaLiga Sports TV, plataforma online en la que la asociación de clubes retransmite competiciones de segundo orden y partidos de deportes minoritarios. Habrá que esperar al menos hasta 2027 para que eso ocurra y quién sabe si por entonces Tebas seguirá al frente de LaLiga.