El rugby femenino español vive "ninguneado" por la Federación que preside Alfonso Feijoo. En los últimos meses se ha producido un descabezamiento de la estructura del rugby femenino con la marcha de varias figuras claves. El primer revés llegó cuando Ángela del Pan fue informada, a escasas horas de la conclusión de 2021, que su contrato no sería renovado para 2022. La ex internacional española, participante en dos Mundiales de XV y dos de VII y elegida para recibir una Beca de Liderazgo Femenino Ejecutivo de World Rugby, vio cómo se prescindía repentinamente de su trabajo como Gerente de Operaciones de Alto Rendimiento de la FER, puesto para el que fue designada a finales de 2019. 

Abandonadas

El siguiente en confirmar su marcha harto de la desidia federativa ha sido el seleccionador femenino, José Antonio Barrio, 'Yunque'. El técnico puso punto y final a su exitosa etapa al frente de Las Leonas tras conquistar un nuevo título continental. La inacción de la FER ha terminado agotado a 'Yunque', gran culpable de los éxitos de las Leonas en el último lustro. "Nos dijeron que iba a haber cambios en la Federación. Realizamos un informe con los cambios que creíamos que había que hacer para no perder el paso con las otras selecciones. Emitimos un informe que se centraba más en estructuras que en personas. Yo era lo menos importante. Adelanté que iba a dar un paso al lado y me pidieron que aguantara hasta la llegada del nuevo director de Rugby. Y se han tomado decisiones en todos los ámbitos, menos en el femenino". 

Barrio confía en que su marcha tenga consecuencias: "Espero que mi salida detone la puesta en marcha de todo. Lo que no podía es seguir sin hacer nada. No estoy cómodo. No sé si habré hecho cosas bien o no, pero lo que no voy a ser es un cómplice de algo que estamos viendo venir: el peligro de perder el status de Top 10 mundial que hemos logrado en los últimos años. Creo que debo ser consecuente y salir". Pese a ganar el título continental ante Rusia (27-0) hace unas semanas, las Leonas están perdiendo peso en la escena internacional y se han quedado fuera del Mundial de Nueva Zelanda de XV. A lo que suman que tampoco pudieron clasificarse para participar en los JJOO de Tokio con la selección de VII. .  

Diez días después era la vicepresidenta de la Federación, Mariola Rus, flamante fichaje de Feijoo en las últimas elecciones federativas, quien ha dado el portazo en Ferraz. Rus advertía el día de su marcha dimitía por "el ninguneo" sufrido por parte de la junta directiva y porque, aunque creyó en el "proyecto de cambio, en dos años no se ha producido ninguno". A Rus le prometieron "un proyecto ilusionante y que estaría en la toma de decisiones para mejorar y no como una mera cuota. Lo que me prometieron no fue real, me lo creí y hasta cambié mi horario laboral. Pero no me han oído y cuando he querido aportar no me han dejado. Espero que a la siguiente no le pase lo mismo". Cuando Mariola comunicó al presidente su decisión, recibió como respuesta un escueto "nos vemos en el campo". La sevillana, cansada de la indiferencia federativa, sostiene resignada que "si el rugby es minoritario, el femenino es invisible". 

Problema endémico

Además de Rus también ha dimitido Elena Díez, excapitana de Las Leonas entre 1999 y 2001 que se unió al proyecto con Mariola. Díez también "creyó en el mensaje de cambio para resolver una situación endémica en la FER. Pero no ha habido el más mínimo cambio". Afirmación esta última que retrata a una Federación en la que hay directivos que llevan cuatro décadas al mando. 

En la pasada asamblea anual Alfonso Feijoo presumía de la apuesta por una inversión igualitaria entre chicos y chicas en la FER. Afirmación que extrañó a los asistentes, siendo interpelado por el presidente de un club de División de Honor para que detallase los términos de esa supuesta paridad. Evidentemente no lo pudo justificar, ya que la realidad es que hay diferencias de casi el 60% en los sueldos. El rugby femenino vive del patrocinio de Iberdrola, las subvenciones del programa ‘Universo Mujer’, que respalda el Consejo Superior de Deportesy las ayudas de World Rugby. Precisamente Iberdrola espera la actualización del proyecto federativo femenino en estos días en los que se ha producido la desbandada. Advertía una internacional de las Leonas el día que ganaron el Campeonato de Europa: "A estos (por los directivos) solo les vemos las caras cuando vienen para salir en la foto. La mitad no saben ni cómo me llamo y llevo más de 30 partidos jugados". Es la triste realidad del rugby femenino en España.