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Tenis

Un Wimbledon anómalo

La 135ª edición del torneo británico llega con más dinero en premios, alguna tradición menos pero, sobre todo, marcado por el veto a los tenistas rusos tras la invasión de Ucrania y la decisión de la ATP y la WTA de no dar puntos a los jugadores

Wimbledon.

Gane el título o pierda en primera ronda Novak Djokovic se quedará sin los 2.000 puntos que ganó el año pasado como campeón de Wimbledon. Aunque lograse su séptimo título en el All England Tennis Club de Londres el exnúmero 1 ya sabe que caerá hasta la séptima plaza mundial al final del torneo y, como el tenista serbio, todos los tenistas se verán afectados por la decisión de la ATP y la WTA de no dar puntos en esta edición del torneo inglés y retirar los del año 2021, tras el veto a los tenistas rusos y bielorrusos por la invasión de Putin a Ucrania.

La dos polémicas medidas hacen de la 135ª edición la más atípica en la historia del centenario torneo, posiblemente desde 1973, cuando los mejores tenistas del momento boicotearon la decisión de Wimbledon de prohibir jugar a Nikola Pilic, que semanas antes se había negado a participar la Copa Davis en la eliminatoria entre Yugoslavia y Nueva Zelanda.

Entonces esa drástica medida hizo que la recién nacida ATP, dirigida por Stan Smith, animara a todos sus jugadores miembros a no participar en un torneo que, sin los mejores, ganó el checo Jan Kodes ante el ruso Alex Metreveli, obligados a participar por los gobiernos de sus respectivos países. 

Boicot diluido

La posibilidad de un boicot también se planteó entre los jugadores tras el veto de Wimbledon, pero se diluyó muy rápidamente en una ATP y una WTA en que los tenistas no tienen la independencia ni la valentía que tenían hace 49 años sus antecesores. 

Wimbledon tomó la drástica decisión, como también se ha hecho en otros deportes. Su anuncio fue aplaudido por los tenistas ucranianos después de comprobar el silencio de los tenistas rusos y bielorrusos en el circuito, que evitaron tomar una postura contundente ante el conflicto, como también les habían pedido los organizadores del All England Tennis Club, antes de anunciar el veto apoyado por el Gobierno británico. 

Djokovic y Nadal se saludan en la central de Wimbledon.

"Cuando los ucranianos están sufriendo un genocidio, y estos jugadores representan a su país, necesitamos saber si de verdad apoyan estas acciones. Si esto es cierto, ¿por qué esa gente debería estar entre nosotros?", decía la tenista ucraniana Elina Svitolina, exnúmero 3 mundial, al inicio de la invasión. Semanas después anunciaría su retirada temporal del tenis afectada por la situación de su país y su familia.  

Curiosamente, la decisión de Wimbledon beneficiará precisamente a un tenista ruso, Daniil Medvedev, que sin poder jugar el torneo se ha visto encaramado al número 1 mundial. "Puedo entenderlo pero lo encuentro injusto", decía Medvedev tras conocer su exclusión.

Daniil Medvedev, en una imagen de archivo. EFE

Discrepancias de los jugadores

Tampoco la contundente respuesta de la ATP y la WTA ha sido bien vista por los jugadores. "Valoro la respuesta ante Wimbledon por su veto, pero a nivel personal, evidentemente me perjudica al no poder defender mis 2.000 puntos", ha insistido Djokovic.  

"Personalmente creo que no hay necesidad de suspender a los jugadores rusos. Competir es su derecho: hay una regla contra la discriminación en el tenis, que establece que todos pueden jugar según su clasificación y no según su nacionalidad. Wimbledon la ha violado" , valoró Nadal.

"Es injusto. Voy a perder 1.200 puntos", dijo el tenista italiano Matteo Berrettini, número 11 mundial, tras ganar el torneo de Queen’s esta semana y que caerá fuera del top 20 como Karolina Pliskova, finalista el año pasado, Denis Shapovalov y Hubert Hurkacz, semifinalistas. "¿Va en serio? Voy a caer 60 puestos. Muchas gracias ATP", tuiteó el húngaro Marion Fucsovics.  

El plante de Granollers

Tampoco Marcel Granollers podrá mantener los 1.200 puntos ganados tras alcanzar la final de dobles el año pasado junto al argentino Marcelo Zeballos. "La medida no me parece justa. Nadie ha preguntado nuestra opinión sobre el tema, y creo que las cosas no deberían funcionar así. Nos afecta mucho. Jugamos por los títulos pero también por los puntos. Es un duro golpe", decía el tenista catalán a El Periódico de Catalunya en Roland Garros y que finalmente ha decidido renunciar a Wimbledon este año tras ganar en Halle la semana pasada. 

Marcel Granollers, el año pasado en Wimbledon.

Wimbledon no dará puntos pero en esta polémica edición ha decidido aumentar los premios en metálico hasta los 46.924.180 euros, un 11,1 % más con respecto a 2021. Los campeones recibirán un cheque de 2.326.032 euros por el título y los que pierdan en primera ronda, de 58.150,5 euros. 

La 135ª edición del torneo también supondrá la desaparición del Middle Sunday, la jornada de descanso. No es la única tradición que desaparece de Wimbledon, que pierde el apoyo de la marca de bebidas Robinsons, la cual patrocinaba el torneo desde 1935, solo superado por la marca de pelotas Slazenger que lo hace desde hace 120 años. Los tenistas, eso sí, seguirán vestidos de impoluto blanco. 

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