"Dadas las circunstancias podemos estar contentos. A partir de ahora cada vez será más difícil. Cuando llegamos a Londres no pensábamos en ganar, pero ahora está entre los favoritos", destacaba Francis Roig al final del entrenamiento que Rafael Nadal realizó en la pista 16 de Wimbledon, a solo 100 metros de la central, donde este miércoles entrará para disputar su partido de cuartos de final ante el estadounidense Taylor Fritz, en el segundo turno (no antes de las 16.00 horas, Movistar).
Nadal dedicó el entrenamiento a ajustar golpes. Sin la intensidad acostumbrada en otros momentos. Apenas una hora y 30 minutos, junto a Marc López. Un peloteo muy selectivo, dedicado especialmente a devolver bolas bajas a su revés, que suponen le enviará hoy Fritz, además de afinar los paralelos de derecha desde el fondo de la pista y ajustar sus restos. Del saque ni uno. De sus problemas en el pie izquierdo, también ni una palabra. "Estoy suficientemente sano para luchar por lo que quiero", decía estos días el manacorí.
"No news good news", recalcaba Roig. Si aterrizaron en Londres "pensando en poder competir por el tratamiento del pie", ahora superados cuatro partidos, el técnico asegura que "Rafa está jugando mejor cada día".
Dos semanas atrás pensar que, después de tres años ausente de Wimbledon, Nadal estaría en cuartos de final es, sin duda, la mejor noticia. Nadal está donde quería. Siente que ha mejorado muchas cosas, pero también que, si quiere seguir adelante, "hay que subir un nivel".
"Estoy suficientemente sano para luchar por lo que quiero"
Nadal estaba cómodo. La bola le viajaba como quería, aunque meticuloso siempre, fruncía el ceño cuando no la tocaba bien o Marc López no la ponía donde él quería. "Trabajamos cosas más puntuales y específicas para tener convicción de ejecutarlas en los partidos. Ahora toca dominar el punto e ir adelante", decía Roig, ante el partido ante Fritz. La primera prueba real del momento de Nadal.
Olvidar Indian Wells
"Fritz es un rival duro. Saca muy bien y se mueve mejor. Esta temporada ha dado un paso adelante", explicaba el técnico catalán, que quitaba valor al último enfrentamiento con el estadounidense en Indian Wells, cuando él se impuso en la final. "No tiene nada que ver, primero porque se jugó en cemento y después porque los dos estaban lesionados". Nadal de la costilla y Fritz del tobillo.
Fritz lo recordaba. "Será muy diferente. Allí los dos estábamos muertos después de las semifinales. Ahora con los dos sanos... veremos qué ocurre. Si quiero ganar deberé jugar agresivo, no hay otra forma", decía el estadounidense, que llega sin haber perdido ningún set en los cuatro anteriores partidos y tras conquistar el torneo de Eastbourne sobre hierba.
