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Piragüismo

Teresa Portela: "Mi apuesta para París será el K-4 500"

“No me costó adaptarme a competir de nuevo en los barcos de equipo”, dice la gallega tras su plata

Teresa Portela se abraza a Sara Ouzande, en el podio de Halifax. FDJ

La palista canguesa Teresa Portela ha firmado otro hito deportivo. A sus 40 años se subió de nuevo al podio de un Mundial tras lograr la medalla de plata en el K-2 200 en la pista de Halifax (Canadá). Formaba equipo con la asturiana Sara Ouzande, palista de 25 años que milita en el Kayak Tudense, y para que la Portela es toda una referencia. Pero es que, además, la de Aldán remó también en el K-4 500 (donde también rema la pontevedresa Carolina García), un proyecto con proyección de futuro y con el que sueña estar en los Juegos de París. En el Mundial rozaron el podio, se quedaron a tres centésimas del bronce, pero hay mucho margen de mejora.

Con esta plata, Portela amplía todavía más su exuberante palmarés alcanzando su 16ª medalla mundial. Además, la palista de Aldán suma

también 17 podios europeos, además de la plata olímpica conquistada en Tokio.

–¿Qué análisis puede hacer de su actuación en este Mundial, donde ha vuelto al podio tras su medalla olímpica de Tokio?

–La verdad es que en el K-4 nos quedamos a tres centésimas del bronce, pero es un proyecto nuevo y de primeras, quedar cuartas en un campeonato del mundo hay que valorarlo porque está muy bien.

–Y casi sin tiempo de descansar, una hora después más o menos, remaba ya en esa final de K-2 200 junto a Sara Ouzande, donde fueron superadas solo por las húngaras Blanka Kiss-Anna Lucz. ¿Iban con la intención de lograr medalla?

–No nos sorprendió para nada. Sabíamos que andábamos bien porque en las eliminatorias pasamos directas a la final. Teníamos el cuarto mejor tiempo pero al final eso es muy relativo. Sabíamos que lo podíamos hacer mejor y en la final la verdad es que fuimos muy bien y estamos muy contentas por esa plata.

–¿Cuál es la previsión de futuro de este nuevo proyecto en el que está inmersa de K-4?

–En la temporada siguiente tenemos la vista puesta en el K-4 y ese será el plan, poder ir la temporada que viene al Mundial para conseguir la plaza para los Juegos de París. Y eso va a ser lo que estemos trabajando este año. Cuando empiece la temporada trabajaremos para intentar sacar el K-4 lo más competitivo posible y ojalá en el Mundial del año que viene podamos conseguir una plaza.

Portela y Ouzande, en el podio de Halifax.

–Un cambio importante para usted que llevaba ya varios años enfocada en el barco individual, con el que, además, logró una plata olímpica.

–Sí que es verdad que en 2011 fue la última vez que había competido en K-4 desde este nuevo proyecto. Ahí no habíamos conseguido la plaza para los Juegos de Londres y ya me centré exclusivamente en el K-1, por lo que este año para mí ha sido también un año de adaptarme, aunque realmente las cosas no se pierden, están ahí como agazapadas y rápido salen, así que no ha sido tan complicado.

–¿No le costó entonces adaptarse de nuevo a esta rutina de volver a remar en equipo?

–No, al final en la temporada empezamos haciendo mucho barco individual y es algo que predomina, los entrenamientos en K-1, y después sí, a medida que va avanzando la temporada hacemos más barcos de equipo, diferentes combinaciones... Pero no, la verdad es que no me ha costado.

–Así que el K-4 es su nueva apuesta para estar en París.

–Sí, esa va a ser mi apuesta. Habrá competiciones nacionales en la que saldré en K-1, pero la apuesta a partir de ahora será el K-4 500.

–¿A qué se debe el cambio?

–El año pasado logré la plata olímpica en el K-1 200, pero esa prueba ahora deja de ser olímpica, deja de pertenecer al calendario olímpico. De lo contrario sería una prueba que me gustaría seguir remando, pero como ya no la hay, desde la Federación me habían propuesto que el equipo nacional se viniera para Pontevedra para tratar de sacar un K-4.

–¿Y le gustó la idea?

–Sí. Y evidentemente tengo que dar mi nivel individual porque cuanto mejor estemos a nivel individual, más fuerte va a ser el K-4. Es una apuesta que hago y que me gustaría que saliera bien. Los Juegos Olímpicos de 2008 fueron los últimos donde España llevó un barco de equipo femenino y desde entonces no ha vuelto a haber representación española y me encantaría que pudiéramos conseguir ese objetivo.

–Las sensaciones que les deja este Mundial, quedándose tan cerca del podio, han sido buenas al menos...

–En mayo fuimos a una Copa del Mundo y quedamos segundas. Ahora mismo estamos contentas con el nivel porque estamos a medio segundo de la plata y a tres centésimas del bronce y en 500 metros sabemos que está muy apretado, pero que está asequible y que podemos luchar por estar ahí delante. Hay margen de mejora y tiempo para seguir puliendo este barco.

–Su actuación se suma al recital que ha ofrecido el equipo español en este Mundial, con seis medallas, cuatro de ellas de oro, y con importante protagonismo gallego en esa cosecha.

–Todos estamos muy contentos. El equipo de piragüismo español está cosechando muy buenos resultados y eso demuestra que hay potencial, que hay un grandísimo equipo y ojalá que sigan acompañando los resultados y que de cara el año que viene eso se traduzca en muchas plazas olímpicas y en que España tenga representación en todas las pruebas.

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