"Es el precio que estoy dispuesto a pagar". En su primera entrevista tras ser expulsado de Australia en el mes de enero por entrar en el país sin estar vacunado, Novak Djokovic exhibió con rotundidad su convicción de rechazar la inmunización contra el Covid-19. "Los principios de la toma de decisiones sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier otra cosa", explicó el tenista serbio en declaraciones a la BBC.

Siete meses después de que aquella polémica estallara (incluyendo sospechas de test negativos falsos), Djokovic se mantiene firme en su decisión de no recibir vacuna alguna y está pagando las consecuencias. No ha podido competir en dos de los cuatro Grand Slams del curso (Australia y EEUU, que se está jugando ahora) ni en cuatro de los nueve Masters 1000 que se van a disputar en 2022 (Indian Wells, Miami, Cincinnati y Canadá). Y la factura que está pagando por ello no es en absoluto anecdótica: alrededor de cinco millones de euros que ha dejado de ganar por premios y el primer puesto en el ranking ATP.

Esa es, en números gruesos, la conclusión a la que ha llegado EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio, mediante una estimación que parte de los resultados deportivos obtenidos por el serbio durante su carrera en esos torneos, de las ganancias económicas derivadas de ese rendimiento y de los puntos obtenidos para la clasificación individual.

10 últimos años

Para este cálculo, se ha tenido en cuenta el rendimiento deportivo de Djokovic en los seis torneos mencionados durante la última década. Para no distorsionar el análisis, a la hora de realizar la media de dinero y puntos han quedado excluidas dos temporadas: 2020 debido a la cancelación de Indian Wells, Miami y Canadá a causa de la pandemia; y 2017, dado que una lesión en el codo le impidió participar en cuatro de los seis torneos que le han vetado por su postura antivacunas.

En el resto de años analizados (entre 2012 y 2021) obtuvo unas ganancias medias de 4,85 millones de euros, que están a mitad de camino entre los 2,8 que ganó en 2014 y los 8,4 que se embolsó en 2015. La cifra no tiene en cuenta, no obstante, que los torneos han ido incrementando con los años su bolsa de premios (por ganar en Australia obtuvo 1,6 millones en 2012 y 2,8 en 2020, por ejemplo), por lo que el dato real podría ser sensiblemente mayor.

En el circuito ATP, al igual que sucede con el WTA femenino, las recompensas económicas que ofrece cada torneo (varía de uno a otro) son públicas, así como su distribución en función del resultado que obtenga cada uno de ellos. Es decir, los Grand Slams son los que más reparten, pero cada uno de ellos tiene presupuestos diferentes entre sí y también varían cada año. La recompensa también es diferente en cada Masters 1000.

Patrocinadores

A esos 4,85 millones de euros que, como mínimo, ha dejado de ganar por su rendimiento deportivo habría que sumar los 'bonus' que suelen tener los tenistas en sus contratos de patrocinio, que hacen que incrementen sus ganancias si logran buenos resultados o ganan torneos importantes.

A eso habría que añadir también que Peugeot y UKG decidieron dejar de patrocinar al serbio tras la polémica desatada por su postura antivacunas. Según 'Forbes', Djokovic ingresó 20 millones de euros por sus contratos de patrocinio en 2021, de los que alrededor de 10 fueron pagados por Lacoste, su principal espónsor, que mantiene su fidelidad.

Djokovic, el pasado mes de enero en Australia, antes de su deportación. ARCHIVO

¿Qué suponen esos alrededor de cinco millones para Djokovic? Pues más dinero del que, de momento, ha ganado en 2022, si bien el serbio ha obtenido a lo largo de su carrera 139 millones de euros en premios por su rendimiento en las pistas. Este año 'solo' ha incorporado a su cuenta corriente 4,2 'kilos', mientras que en el conjunto de 2021, pese a renunciar a varios torneos importantes por razones deportivas y de calendario, sumó nueve.

El ranking ATP

Otro apartado importante es el relativo a los puntos que Djokovic ha dejado de sumar de cara al ranking ATP, que determina quién es en cada momento el mejor tenista del mundo, en función de los resultados que ha obtenido en las 52 semanas anteriores, un año natural. El serbio es el tenista que más semanas ha liderado esta clasificación en toda la historia, un total de 373 en seis etapas diferentes. Una tabla que se actualiza cada semana o, cuando se disputa uno de los cuatro grandes, cada dos semanas y que determina la posición de los tenistas en los cuadros de los torneos: a mejor ranking, rivales teóricamente más asequibles.

En el tenis se habla siempre de "defender" los puntos. Ganar un Grand Slam, por ejemplo, reporta 2000 puntos que se mantienen en el ranking durante un año. Acabada la nueva edición de ese torneo, esos puntos del curso anterior desaparecen y se suman los que haya logrado cada competidor. Si no participa, como le ha pasado a Djokovic en estos seis torneos, pierde todos los puntos que arrastrara del año anterior.

El serbio comenzó el año como líder, condición que ostentaba de manera ininterrumpida desde febrero de 2020. Perdió esa condición, en favor de Daniil Medvedev, durante dos semanas a comienzos de marzo, debido a su no participación en Australia, pero la volvió a recuperar hasta el 13 de junio. Cayó entonces al tercer puesto y durante los tres últimos meses ha oscilado entre el séptimo y el sexto puesto, que ocupa ahora. La semana que viene, cuando finalice el Abierto de EEUU, podría caer todavía más.

Pues bien, de nuevo aplicando la media de los puntos obtenidos durante las últimas temporadas (y, también de nuevo, excluyendo 2017 y 2020 por sus particularidades), Djokovic sería actualmente el número uno del mundo, ganando cinco posiciones en el ranking, como se observa en el gráfico que acompaña a estas líneas.

De hecho, solo habría dejado de encabezar la clasificación durante un mes escaso, entre el 11 de julio y el 15 de agosto. Y esto es también debido a una anomalía: la decisión de Wimbledon de vetar la participación de tenistas rusos y bielorrusos llevó a la ATP a no conceder puntos por este torneo de manera extraordinaria. Si eso no hubiera ocurrido, Djokovic (que ganó en Londres por séptima vez en su carrera) tendría ahora mismo alrededor de 10.000 puntos en su casillero, en contraste con los 4.770 que tiene ahora, y podría gozar de entre 1.500 y 3.000 de ventaja sobre Medvedev, en lugar de tener 2.100 menos que el ruso.

Unos puntos, además, que se rebajarán hasta los 3.550 dentro de una semana, cuando se actualice el ranking a la finalización del Abierto de EEUU, que se disputa en estos momentos, dado que perderá los 1.200 que obtuvo por su condición de finalista del torneo en 2021. En función del rendimiento que consigan otros tenistas, Djokovic corre el riesgo incluso de quedar fuera del 'top10' mundial (algo que no le ocurre desde 2017, debido a un largo periodo de baja por lesión), aunque lo más probable es que se sitúe entre los puestos octavo y décimo.

Djokovic, tras caer eliminado ante Davidovich en el Masters 1000 de Montecarlo. EFE

Y pudo ser peor...

Y, pese a todo, Djokovic no está para quejarse. De hecho, cuando estalló la polémica en Australia, las previsiones eran todavía peores. La variante ómicron estaba entonces en su punto álgido en Europa y Francia respondió a ella vetando el acceso a recintos deportivos a cualquier persona no vacunada, incluidos atletas.

Eso implicaba que, además de los seis torneos a los que no ha podido acudir, Djokovic también iba a quedarse fuera de Roland Garros y de los Masters 1000 de París-Bercy y el de Montecarlo, que pese a su nombre monegasco se disputa en suelo francés y en el que el serbio pudo participar... aunque perdió en su primer partido frente al español Alejandro Davidovich.

¿Qué ocurrirá en 2023? El sentido común y la evolución de la pandemia llevan a pensar que las restricciones por el Covid acabarán desapareciendo y que Djokovic podrá volver a participar en todos o casi todos los torneos del circuito. De hecho, Australia ya ha modificado sus requisitos de entrada al país, eliminado la obligatoriedad de estar vacunado, por lo que el serbio podría jugar allí el torneo si se celebrara ahora.

Ocurre que el serbio ya tiene 35 años y el final de su carrera se acerca, en el contexto de una pelea con Rafa Nadal por ser el hombre con más Grand Slam de la historia. El tenista español le aventaja en uno (22 por 21) y el serbio ha dejado pasar este año dos oportunidades de alcanzarle o superarle que quizá le impidan retirarse con ese hito en su palmarés.

"Es el precio que estoy dispuesto a pagar", dijo. Y lo está pagando.