Sin goles entre un Valladolid sin puntería y un Betis con diez

Tal y como había advertido Pacheta, técnico del Valladolid, era importante tratar de controlar el balón ante un rival que también se siente cómodo con la pelota para buscar desde el inicio resquicios en la defensa verdiblanca.

Esa premisa la cumplió el conjunto local tras sufrir un primer susto a los veinte segundos, ya que Borja Iglesias estuvo a punto de sacar petróleo de una falta de entendimiento entre los dos centrales blanquivioletas -Javi Sánchez y Joaquín-, aunque finalmente la zaga del Valladolid pudo reconducir esa peligrosa situación.

A partir de ese momento, el Real Valladolid mostró mordiente ofensiva, con Sergio León e Iván Sánchez muy activos y con ganas de sorprender a Rui Silva, si bien no hallaron demasiados espacios para poder lograrlo y, por tanto, no se produjeron acciones amenazantes.

El cuadro bético empezó a reaccionar y durante unos minutos se volcó hacia al área local, donde surgieron algunas dudas en la defensa, pero los de Pellegrini no eran capaces de encontrar la verticalidad, salvo una acción de Borja Iglesias, cuyo remate se fue por la izquierda de la meta protegida por Masip.

En el minuto 38, Plano se hizo con el balón en el centro del campo y, por velocidad, se plantó en solitario frente a Rui Silva, pero fue interceptado por un Pezzella que vio la cartulina roja, dejando a su equipo con un jugador menos.

Eso dio alas a los vallisoletanos, que buscaron con ahínco un gol antes del descanso que pudo llegar a través de Sergio León, pero su disparo desde el interior del área pequeña se topó con Rui Silva.

El Real Valladolid salió con ímpetu tras la reanudación, dejando clara su intención de romper la igualdad en el electrónico, e Iván Sánchez en el minuto 47 pudo conseguirlo, pero su potente y raso disparo encontró a un Rui Silva muy bien situado.

Poco después, con el cuadro blanquivioleta en plena entrega ofensiva, Sergio León aprovechó su velocidad para aproximarse al área visitante y centrar, pero el balón terminó paseándose por ella sin hallar rematador, ya que Kike se quedó inmóvil, viendo cómo la pelota continuaba con su solitaria trayectoria.

Eran momentos de absoluto control local, que Pacheta quiso hacer más efectivos dando salida a Weissman. Pero el Betis demostró que no había lugar para la relajación en la zaga blanquivioleta, puesto que Canales, tras un pase de Borja Iglesias al ver la ruptura de su compañero, pudo marcar, de no ser por la buena intervención de Masip.

Desde la derecha, el cuadro andaluz empezó a llegar al área local, con un Canales que llevaba siempre peligro, lo que dio más alas al Betis, al encontrar el balón y empezar a controlar, forzando errores de los vallisoletanos fruto de la aparición de cierta desconfianza al ver que no llegaba el tan buscado gol.

No dejaba de ser un "déjà vu", con otro partido en el que el Real Valladolid creaba más y dominaba más, pero que no era capaz de definir, ni siquiera Guardiola, en dos jugadas consecutivas, con parada de Rui Silva, en la primera, y un remate de cabeza que salió por encima del larguero, en la siguiente.

Y en el estadio vallisoletano se sintió el miedo de que el Betis hiciera valer su gran calidad en una de sus llegadas al área blanquivioleta y lograra un gol en los últimos compases del encuentro, como ya sucedió ante el Cádiz o el Girona.