Los días de partido han cambiado para el aficionado del Atlético. La magia del Calderón se diluyó con el paso a un Metropolitano 'cinco estrellas' donde Simeone, su doctrina y sus pupilos han perdido el brillo y el ingenio. Es la peor temporada del ciclo mítico del Cholo como comandante rojiblanco tras salirse del fútbol europeo y resignarse al bronce nacional o a ser aspirante en la Copa del Rey.

No hay equipo que más desee el parón del Mundial que el equipo rojiblanco, incapaz de ganar a un Espanyol que jugó con 10 jugadores más de una hora después de la expulsión de Cabrera. Los de Diego Martínez llegaron a ponerse por delante en un marcador con un gol de Darder que solo pudo enmendar Joao Félix, más titular que los que iniciaron un nuevo desastre 'atlético'. Ni siquiera la tercera plaza de LaLiga parece asegurada.

La agitación de Griezmann

El regreso a la rutina de LaLiga tras la debacle se produjo en un horario en el que hay que engañar al estómago y frente a un rival, el Espanyol, que esta temporada también acude con frecuencia al diván para llorar sus penas. En la grada, división y pitos entre el fondo sur, que hizo una huelga de animación en la primera parte, y el resto del estadio.

Hay varias velocidades en el Atlético, lo que dificulta la inspiración. Griezmann ejerce siempre de triángulo de emergencia, moviéndose en todas las dimensiones del campo. Buscó desde el principio ante el conjunto blanquiazul un efecto de arrastre de sus compañeros. Cortando, quebrando y haciendo del campo algo más que un tablero plano.

Por su parte, el Espanyol se expresó en el primer acto con transiciones rápidas. Comprimidos con los que levantar el dolor de cabeza de la defensa 'atlética', la franja más débil en los últimos tiempos, algo que contradice la esencia del 'cholismo'. Joselu, el artillero de Diego Martínez, tuvo la primera ocasión, respondida tímidamente con un chut de Griezmann.

Roja a Cabrera

En el minuto 28 se quebró la línea del juego con la expulsión de Cabrera después de un forcejeo con Morata. El zaguero del Espanyol se desentendió del balón en una carrera en la que tenía la posición ganada. Trató de obstruir al delantero y el gesto fue punido con roja. El internacional español, eléctrico, sacó otra amarilla a Brian Oliván minutos después.

Se destaponó el grifo de las ocasiones locales con disparos de Llorente, que regresaba a la titularidad, Molina, Morata... Golpe a golpe en la puerta de Lecomte. Sin embargo, el Espanyol achicó hasta llegar al descanso sin heridas en contra. El Atlético no estaba fino en ataque, como durante toda la temporada.

Simeone introdujo en la segunda mitad a Correa, en busca del fútbol callejero que pudiera dinamitar un partido estratégico. El argentino se creó su propio camino hacia la portería del exrojiblanco Lecomte, quien repelió la finalización. Se sacudía solo un punto de la inseguridad que aún le persigue.

Joao al rescate

Volvió a la carga el equipo local con una incursión de Molina que sembró el caos en territorio visitante. Pero el Espanyol aguantaba. Tanto que al final tuvo su ocasión. Superada la hora de juego, la vulnerabilidad del Atlético quedó en absoluta evidencia. Esto no iba de merecer, consistía en marcar, y los blanquiazules lo hicieron en inferioridad.

Darder puso patas arriba el Metropolitano tras rematar en el área solo después de una dejada de Joselu. Una finalización brillante de un jugador diferencial, que sostuvo el balón y la tensión de los de Diego Martínez. La situación era crítica para un equipo perdido en su propia desconfianza. Daba igual el protagonista: Giménez, Morata, Griezmann... Todos se estrellaban en ocasiones pintadas con ansiedad.

Simeone se desesperaba en la banda. Movió el banquillo y dio entrada a Joao Félix, un hilo de esperanza en la decrepitud. Un jugador vilipendiado, desplazado al cajón de las estrellas sin futuro que se rebela contra su destino. Empató con un zurdazo de futbolista diferencial tras una gran asistencia de Lemar, otro recién ingresado. El Cholo se señalaba el reloj una y otra vez. Pedía calma. Algo imposible en una escuadra que temía un nuevo tropiezo. El Espanyol terminó con 9 el partido, tras un golpe de Calero con un compañero. Solo Joao y más Joao pudo disolver el sonrojo con un recorte magnífico que Lecomte frustró. Giménez puso el último clavo al ataúd del desacierto donde el Atlético permanece encerrado sin remedio.

ATLÉTICO 1 - 1 ESPANYOL

ATLÉTICO: Oblak, Nahuel Molina, Giménez, Savic, Reinildo, Rodrigo De Paul (Correa, min.46), Kondogbia (Witsel, m.66), Llorente, Carrasco (Joao Félix, m.66), Griezmann (Lemar, m.73) y Morata (Cunha, m.73).

ESPANYOL: Lecomte, Óscar Gil (El Hilali, m.88), Calero, Cabrera, Brian Oliván (Simo, min.56), Vini Souza, Darder, Baré (Sergi Gómez, m.35), Aleix Vidal, Pol Lozano (m. 88), Braithwaite (Puado, min.56) y Joselu.

GOLES: 0-1: Darder (m.62). 1-1: Joao Felix (m. 78).

ÁRBITRO: Pulido Santana (Las Palmas). Expulsó a Cabrera. Amonestó a Brian Oliván, Braithwaite, Kondogbia, Lecomte, Aleix Vidal, Joao Félix.

ESTADIO: Metropolitano.