Día negro para el baloncesto aragonés. Pilar Valero, la mejor jugadora de todos los tiempos de la comunidad autónoma ha fallecido a los 52 años, dejando consternado al deporte de la canasta porque, más allá de su impresionante palmarés, fue siempre una persona muy querida y admirada tanto por compañeras como por aficionados. Debutó en la máxima categoría a los 18 años y formó parte del histórico Banco Zaragozano que ganó la Copa de la Reina en 1990. Conquistó también tres Ligas, dos Copas más y una Copa de Europa con el Dorna Godella y fue 106 veces internacional absoluta, colgándose el oro en el Europeo de 1993, el primero conquistado por España.
El respeto, el cariño y a admiración que le profesaban sus compañeras quedó patente cuando, el año pasado, la aragonesa ya no pudo asistir a la entrada de la selección de 1993 en el Hall of Fame de la Federación Española de Baloncesto y el equipo en bloque se desplazó a Zaragoza para compartir con ella el reconocimiento. En 2011 recibió la Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de Aragón y, en 2012, el premio Ciudad de Zaragoza. En 2019 fue reconocida por su trayectoria en la primera edición de los premios Mujer y Deporte de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del grupo Prensa Ibérica, y en 2021 recibió el premio Leyenda en la gala del deporte del Gobierno de Aragón.
Pilar Valero empezó su relación con el baloncesto en su colegio, Compañía de María, animada por una amiga. Su ascensión fue imparable y a los 18 años debutó en la máxima categoría con el Banco Zaragozano, con el que haría historia conquistando la Copa de la Reina de 1990. En 1991 fichó por el mejor equipo europeo de entonces, el Dorna Godella valenciano, con el que ganó tres Ligas (1993, 94 y 95), dos Copas (92 y 95) una Copa de Europa (1993), jugando dos finales más, y el campeonato del mundo de clubs en 1993.
La campaña 1996-97 jugó en las filas del Pool Getafe, proclamándose de nuevo campeona de Liga y Copa. en 1997 comenzó una etapa de cuatro años en el Banco Simeón de Vigo, añadiendo dos Ligas y otra Copa más a su palmarés. En 2002 jugó en el Ciudad de Burgos y, en 2003, regresó a Zaragoza, al Mann Filter. Las lesiones en la espalda le hicieron poner punto y final a su carrera como jugadora, pero después entró a formar parte del cuerpo técnico tanto del Celta como del Mann Filter.
En la selección española también escribió su nombre con letras de oro. 106 veces internacional, formó parte del equipo que, en 1993, conquistó el primer Europeo de la historia del baloncesto femenino.
