Tenis

Rafa Nadal cierra un 2022 atípico

Ganador de dos títulos de Grand Slam, Australia y Roland Garros, el mallorquín clausura el año sin sumar ningún torneo Masters 1.000, lo que solo había ocurrido en 2015

Rafa Nadal.

Rafa Nadal. / EFE

Ricard Cabot

Por raro que pueda parecer, Rafael Nadal ha cerrado a sus 36 años, con su gira por Sudamérica, una de las mejores temporadas de su brillante carrera. Ganador de dos títulos de Grand Slam, el Abierto de Australia en enero y Roland Garros en junio, el tiempo transcurrido de estos dos monumentales éxitos y una segunda parte de la temporada marcada por las continuas lesiones puede parecer que el año ha sido irregular. Todo lo contrario.

Sin embargo, desde su victoria en Australia ante el ruso Daniil Medvedev, hace ya once mesessu decimocuarto título en la tierra de París ha sido la excepción a un año convulso que ha provocado que, por segunda vez en su carrera, cierre el año sin sumar ni un solo título categoría Masters 1.000

Su mala suerte con las lesiones comenzó el 19 de marzo, cuando en las semifinales de Indian Wells ante Carlos Alcaraz sufrió una fisura de estrés del tercer arco costal izquierdo. Pese a ello, y todavía sin saber el alcance de la lesión, jugó y perdió la final ante el norteamericano Taylor Fritz (6/3, 7/6), su primera derrota tras veinte victorias. Este percance le obligó a permanecer seis semanas de baja y se perdió los Masters 1.000 de Miami y Montecarlo, además del Godó.

"No estoy lesionado, vivo con una lesión", dijo tras caer en octavos de final del torneo de Roma y con una visible cojera ante el canadiense Shapovalov

Reapareció en mayo en el torneo de Madrid y demostró estar lejos de su mejor forma. Perdió ante Alcaraz en cuartos de final (6/2, 1/6, 6/3) en su derrota número 44 en superficie de tierra en 507 partidos. Además, sumaba su primera derrota en arcilla ante un jugador menor de 20 años.

En Roma se encendieron todas las alarmas, con Roland Garros a la vista, al caer en octavos ante el canadiense Denis Shapovalov (1/6, 7/5, 6/2). Cojea desde el último tramo del segundo set, y al final del partido se sincera: "No estoy lesionado, vivo con una lesión", dice. "Juego porque me hace feliz, pero el dolor me quita esa felicidad. Llegará un día en que mi cabeza diga basta".

El 5 de junio vuelve a sonreír en su torneo fetiche, Roland Garros (6/3, 6/3, 6/0 a Casper Ruud) y dos días después se somete en Barcelona al primer tratamiento de radiofrecuencia pulsátil en su pie izquierdo. Su mala racha con las lesiones prosiguió en Wimbledon, torneo del que se tuvo que retirar antes de disputar las semifinales ante Nick Kyrgios por una rotura abdominal. Renuncia al Masters 1.000 de Montreal, debuta en Cincinnati con derrota ante el croata Coric, cae en octavos del US Open ante el local Tiafoe y se despide a la primera en París-Bercy ante Paul. Fin a un año atípico.

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