Enfrentamiento entre el PSG y el Ayuntamiento de París por el Parque de los Príncipes

Pulso cada vez más tenso entre el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. El conjunto propiedad de Qatar y el Ayuntamiento de la capital francesa están enfrentados por el futuro del Parque de los Príncipes. Construido en 1972, este recinto acogió desde mediados de los 70 los partidos del PSG, pero siempre perteneció a la municipalidad parisina. Al-Khelaïfi desea ahora adquirirlo y convertirlo en el principal activo económico del conjunto parisino, que registró la temporada pasada unas pérdidas de 370 millones de euros, disimuladas por el respaldo financiero de los petrodólares.

Hidalgo, sin embargo, se opone a la venta del Parque de los Príncipes y ha dejado el asunto aparentemente zanjado. “Lo digo muy claramente. El Parque de los Príncipes no está en venta y no lo venderemos. Es una posición firme y definitiva”, aseguró la alcaldesa socialista en una entrevista para el diario Le Parisien, publicada el pasado domingo. “Se trata de un patrimonio excepcional de los parisinos”, añadió. 

La mayoría de los grandes estadios de fútbol franceses —desde el Parque de los Príncipes hasta el Estadio de Francia en Saint-Denis, pasando por el Velódromo en Marsella— son de propiedad pública, con la única excepción del campo del Olympique de Lyon. Pese a su billetera, Al-Khelaïfi no lo tendrá nada fácil para cambiar esta política. Además, la oferta hecha por la dirección del PSG para adquirir el estadio fue considerada una ofensa por el Ayuntamiento. “El PSG nos propuso 40 millones. ¿Pensáis realmente que el Parque vale menos que Leandro Paredes? No es serio”, criticó Emmanuel Grégoire, número dos de Hidalgo.

El PSG amenaza con irse del Parque de los Príncipes

Al-Khelaïfi inició hace unos meses una ofensiva mediática para torcer el brazo de la municipalidad parisina. “París merece un mejor estadio. (…) Nuestra primera opción es quedarnos en el Parque de los Príncipes, pero el Ayuntamiento nos obliga a irnos”, dijo desde Qatar durante la celebración del Mundial. Estas declaraciones se produjeron en medio de las discrepancias, que empezaron hace hace años, por la ampliación del estadio. Con una capacidad de 48.000 espectadores, el campo se le ha quedado pequeño al PSG de los Messi, Mbappé y Neymar. 

Tanto el club como el Ayuntamiento coinciden en la necesidad de una ampliación, pero discrepan en la ambición de la reforma. Mientras que la municipalidad parisina apuesta por la incorporación de una nueva grada que aumente el aforo hasta unos 60.000, a los catarís les gustaría demoler el campo y construir uno de nuevo. Para ello, quieren convertirse en los propietarios del Parque.

Ante la negativa del gobierno municipal de vender —¿se trata de una posición definitiva o una estrategia de negociación?—, la directiva del PSG ha amenazado con irse del Parque de los Príncipes. No obstante, la posibilidad de trasladarse al Estadio de Francia parece poco probable, sobre todo debido a los numerosos partidos de rugby y de la selección francesa de fútbol que se disputan allí, así como las competiciones de atletismo o conciertos que se celebran. El hecho de construir un nuevo estadio en una localidad en la periferia de la capital tampoco resultaría nada sencillo, teniendo en cuenta la falta de terrenos disponibles con una buena conexión con transporte público. “En el mejor de los casos necesitarían 15 años”, advirtió Grégoire.

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