LaLiga Santander

Baena y Fede Valverde: historia de un malentendido

El incidente entre ambos jugadores tiene que resolverse por la vía del diálogo entre profesionales

El madridista Fede Valverde y el ‘groguet’ Álex Baena, durante el partido de la primera vuelta en Villarreal.

El madridista Fede Valverde y el ‘groguet’ Álex Baena, durante el partido de la primera vuelta en Villarreal. / EFE

José Luis Lizarraga

Lo que pasa en el campo se queda en el campo. Es uno de los muchos códigos que el fútbol siempre ha respetado, igual que la privacidad de todo lo que acontece en el vestuario de un equipo. El incidente entre Fede Valverde y Álex Baena es uno más de los numerosos conflictos que se producen durante los 90 minutos en la gran mayoría de los encuentros de cualquier competición por la fogosidad de los jugadores, los nervios y la tensión, catalizadores de reacciones fuera de control. 

La agresión, al margen de la vía de la denuncia presentada que puede resolverse en un juicio, podría tener también consecuencias deportivas para el jugador del Madrid, puesto que Antiviolencia podría entrar de oficio como declaró el propio presidente de LaLiga, Javier Tebas en Gijón, con motivo de la presentación de la gira que el club asturiano realizará en México: "Es Antiviolencia la que analizará este asunto pero es una acción reprobable. No deja de ser un incidente y una agresión que se produce en los aparcamientos del estadio de LaLiga". "Creo que la provocación es un atenuante, nunca es la justificación del hecho. Eso debe quedar muy claro. No podemos comparar la agresión con una posible provocación", añadió Tebas.

Influencia

En cualquier caso nada que no pueda solucionarse por la vía del diálogo. Lo que no pasó de ser uno más de esos choques que se producen sobre el césped entre los futbolistas, se ha ido agravando más a medida que pasaban las horas y el incendio en lugar de apagarse ha ido avivándose por la influencia de los entornos directos de los implicados y de los factores externos que rodean al fútbol, con focos mediáticos y sociales muy potentes.

Lo cierto es que los dos clubs, tanto el Real Madrid como el Villarreal, han intentado mantenerse al margen de lo ocurrido y no ha existido denuncia alguna, ni declaraciones oficiales que pudieran añadir más polémica al asunto. Todo se ha ceñido a lo estrictamente protocolario.

"Llora ahora que hijo no va a nacer", se presenta como el presunto comentario de Álex Baena a Fede Valverde referente a los problemas de la esposa del jugador uruguayo con su embarazo, en el transcurso de uno de los choques entre Villarreal y Real Madrid en el estadio de La Cerámica, y que salen a la luz desde lo que se denomina entorno del mediocampista merengue, son el detonante de la historia de lo que puede ser un malentendido que se ha hecho grande, demasiado y ha generado una tensión totalmente evitable.

La agresión

Después llega la agresión en la zona de parking del Santiago Bernabéu, aproximadamente media hora después del término del partido, que el propio Fede Valverde no ha negado y de la que existen testigos directos. Baena estaba hablando por teléfono con un amigo que juega en el Girona cuando se acercó el uruguayo, le recriminó sus presuntas palabras y le propinó un puñetazo que le dejó marcas en su rostro.

Es la palabra de un jugador contra la de otro. ¿Alguien miente? Puede ser así, como que las palabras de Baena fueran malinterpretadas. "Deja de llorar que siempre estás llorando", es la versión del jugador del Villarreal sobre su comentario al madridista. 

El incendio

Luego llegó el incendio mediático puesto que todo lo que rodea al Real Madrid siempre posee una resonancia que se propaga exponencialmente por el gran número de seguidores y medios que informan del club blanco, posiblemente entre los tres con más hinchas del mundo. Y la tensión fue creciendo, con un primer comunicado del jugador del Villarreal negando las versiones que iban fluyendo desde las diferentes plataformas. 

Amenazas graves en los perfiles sociales de Baena y la posterior denuncia en una comisaría de Castellón del futbolista del Villarreal a Fede Valverde, que se resolverá en el juzgado si nadie lo remedia y logra que ambos jugadores dialoguen y solucionen sus cuitas hablando, porque cualquier comentario sobre el campo llega revestido de los nervios propios de un partido de fútbol.

Más cuando se trata de dos futbolistas cuyo comportamiento fuera del campo, tanto en el caso de Álex Baena como el de Fede Valverde, siempre ha resultado correcto, más allá del temperamento de cada cual. 

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