Misión diplomática

Laporta se sienta con Ceferin, el presidente de la UEFA, para evitar el castigo al Barça

Aleksander Ceferin y Joan Laporta.

Aleksander Ceferin y Joan Laporta.

Marcos López

Barcelona, Madrid, Londres, Eslovenia… Anda Joan Laporta, el presidente del Barcelona, de viaje diplomático para atenuar las consecuencias del caso Negreira y evitar, sobre todo, una sanción de la UEFA que ha estudiado excluir al equipo de Xavi de las competiciones europeas. Eso significaría un drama deportivo, lejos de la Champions por tercer año consecutivo, además de económico, 70 millones de euros menos, como mínimo, y reputacional, comprometiendo también el futuro proyecto deportivo, afectando, por supuesto, al posible retorno de Messi.

Laporta no para. Primero acudió a la casa de Javier Tebas, uno de sus enemigos más fuertes, para exponer sus argumentos en el caso Negreira. No intentaba convencer, solo argumentar la posición azulgrana, recordando que ya no habrá más citas con el dirigente de LaLiga porque todo queda bajo vía judicial.

Tebas y Laporta, en la sede de LaLiga.

Tebas y Laporta, en la sede de LaLiga.

Ahora se sienta con Aleksander Ceferin, el presidente de la UEFA, según reveló Joan Fontes en su cuenta de Twitter, confirmado después por este diario. Primero, Laporta le tendió la mano al dirigente esloveno. "No ha caído en la trampa de Tebas", dijo el pasado lunes, elogiando "la responsabilidad" que ha tenido Ceferin en las últimas semanas cuando ha abordado el caso después de que el organismo europeo anunciara una investigación profunda sobre el mismo.

Primero, la mano tendida; luego, el diálogo

Tendida la mano del diálogo, el presidente del Barça pasa a la acción. Primero saluda a Tebas; ahora a Ceferin, insistiendo en una línea de actuación que había defendido ya durante la campaña electoral (hace ya más de dos años) de que el Barça tenía que reconectarse con los círculos de poder del fútbol mundial.

Se pone Laporta el traje de diplomático para atenuar las consecuencias del caso Negreira. Primero, con la Liga; ahora, con la UEFA

No ha trascendido, de momento, si la reunión será en Eslovenia, el hogar del presidente de la UEFA, o en Londres, aprovechando un viaje que debía ser inicialmente de carácter privado y, sobre todo, secreto del dirigente azulgrana.

Con la carpeta de diplomático intenta Laporta reconducir el caso Negreira, consciente del tremendo daño que infringiría un castigo de la UEFA. Un daño irreparable en su mandato. De ahí la necesidad de tener un contacto directo con Ceferín, quien se mostró muy duro nada más conocerse la vinculación del Barça al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). Una relación que duró 17 años. "El caso Negreira es lo más grave que he visto yo en el fútbol", llegó a decir el presidente de la UEFA el pasado 3 de abril a una revista de su país.

Florentino Pérez y Joan Laporta.

Florentino Pérez y Joan Laporta.

Desde entonces, Laporta ha intentado bajar la tensión, consciente de que no puede entrar en un conflicto directo con la UEFA porque se expone a un castigo durísimo, que condicionaría todo su mandato. Por eso, dos semanas más tarde, el presidente del Barça ensalzaba la "prudencia" de Ceferín, a quien rinde visita para explicarle las medidas que ha tomado su directiva.

Y no solo en el caso Negreira sino también en la Superliga europea, ese proyecto que abanderan Madrid, Barça y Juventus, que cuenta con el rechazo frontal de la UEFA. En ese sentido, el dirigente azulgrana ha sido mucho menos beligerante que Florentino Pérez, presidente del Madrid y líder de este plan para provocar una ruptura en las estructuras del fútbol europeo.

Sostiene, sin embargo, Laporta que el caso Negreira es independiente de la Superliga y que el Barça está ahí "por convicción", algo que deberá explicar a Ceferin, aliado como está con Nasser Al-Khelaifi, presidente del Paris SG y la ECA (Asociación de clubs europeos).