LA FINAL DE SEVILLA
¿Qué pasaría si el Real Madrid decide no jugar la final de Copa?
Los blancos serían expulsados de esta edición y de la próxima y el Barça debería jugar la final contra la Real Sociedad, eliminada por el equipo de Ancelotti en semifinales

Estadio de la Cartuja en Sevilla, este viernes, en la víspera de la final de la Copa del Rey entre FC Barcelona y Real Madrid. / RFEF / EFE

El Real Madrid decidió este viernes llevar a cabo un plantón histórico contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Minutos antes de la rueda de prensa oficial que iban a conceder Carlo Ancelotti y Luka Modric en el Estadio de La Cartuja, el club blanco tomó la decisión de no participar en ninguno de los actos oficiales de la previa de la final de Copa: ni ruedas de prensa, ni entrenamiento en el escenario del partido, ni la clásica foto con el capitán y entrenador rival (Barça), ni cena oficial.
Una drástica decisión como respuesta a las declaraciones del árbitro (Ricardo de Burgos Bengoetxea) y el VAR (Pablo González Fuertes) del encuentro unas horas antes, en las que censuraron la campaña contra los árbitros que la televisión oficial del club, Real Madrid TV, ha llevado a cabo desde que estalló el caso Negreira. Sus palabras provocaron un cabreo mayúsculo en el club blanco, que llegó a sugerir a la RFEF el relevo de González Fuertes en la final contra el Barça. Y sigue apretando para que el cambio se lleve a cabo.

González Fuertes exige que se "deje de poner en la diana" a los árbitros / EFE
Se especula ya con la posibilidad de que el Real Madrid eleve la intensidad de su órdago y decida no presentarse a jugar la final, prevista para este sábado a las 22.00 horas. Se trataría de una decisión sin precedentes en la historia del fútbol español, que sí ha vivido incomparecencias en rondas anteriores de la Copa del Rey, pero nunca en la final.
Lo que dice el reglamento
En este sentido, el Código Disciplinario de la RFEF recoge lo que sucedería en caso de que el Real Madrid se negara a disputar la final. Lo hace en el artículo 80.1, que especifica sobre las incomparecencias en torneos federativas que "siendo la competición por eliminatorias se considerará perdida para el incomparecido o retirado la fase de que se trate, y si se produjese en el partido final éste se disputará entre el otro finalista y el que fue eliminado por el infractor".
Es decir, en este hipotético caso, el Barça debería jugar la final contra la Real Sociedad, el equipo que fue eliminado por los blancos en semifinales. Lógicamente, la nueva final no podría disputarse este sábado, sino que la RFEF debería fijar una nueva fecha si, media hora después del horario previsto para el partido (22.00 horas), el Real Madrid no se presentara.
El Código Disciplinario de la RFEF recoge también que "el incomparecido o retirado no podrá participar en la próxima edición del torneo". Y aquí sí hay al menos un par de precedentes a los que se puede apelar.
Los precedentes
El primero de ellos es el archiconocido Barcelona-Atlético de las semifinales de la Copa 1999/2000. Los azulgranas habían perdido 3-0 en la ida y carecían de jugadores suficientes para armar un once inicial reglamentario, dado que en aquella época todavía se superponían partidos de selecciones (que siempre han tenido preferencia) con competiciones de clubes.
Diez jugadores del Barça se presentaron en el Camp Nou, sin ingresar al campo. Pep Guardiola, como capitán, le comunicó al árbitro Díaz Vega que no iban a jugar y este procedió a suspender el partido.
La Justicia refrendó la decisión de la RFEF de dar por perdida la eliminatoria al Barça, clasificar al Atlético para la final y excluir a los azulgranas de la siguiente edición de la Copa. Esta última sanción, no obstante, no llegó a aplicarse porque Ángel María Villar, entonces presidente de la RFEF, le concedió un polémico indulto.
Otro precedente es el de los cuartos de final de la Copa 2013/14. Los jugadores del Racing de Santander, entonces en Segunda B, se negaron a jugar contra la Real Sociedad, como medida de fuerza frente a los impagos que sufrían. La Real sacó de centro, sus jugadores se pasaron el balón durante unos segundos y lo lanzó fuera de banda.
Los jugadores del Racing se negaron a reanudar el encuentro y el árbitro suspendió el encuentro. El club cántabro fue dado por eliminado y sufrió la exclusión para la siguiente edición del torneo. En este caso, Villar no tuvo a bien concederles un indulto y el Racing tuvo que quedarse un año sin poder jugar la Copa.
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