Desde hace dos décadas, Mohamed Mahmoud Saleh dirige las enseñanzas y oraciones en la mezquita de Las Palmas de Gran Canaria, a la que normalmente acuden a rezar unos 700 musulmanes con arraigo en la ciudad. Como imán, la suya es una labor que él mismo tilda de "importante", pues tiene la "responsabilidad de guiar por el camino correcto" a aquellos que acuden al lugar de culto que se ubica en el barrio de Guanarteme. Un sendero que dista mucho del que siguieron el pasado miércoles en Francia los radicales que acabaron con la vida de dieciséis personas en su venganza personal contra la revista Charlie Hebdo. Y es que como reivindica Mahmoud Saleh, "el Islam es una religión de misericordia, pacífica, que ama la vida y no la muerte". De ahí que condene la actitud de "unos asesinos" que nada tienen que ver con el legado de Mahoma, "quien no mató a ninguno de sus enemigos".
Usted incluyó en su homilía del viernes referencias sobre el atentado contra la revista Charlie Hebdo
Como imán de la mezquita soy el responsable de la educación de aquellos que vienen aquí. Tengo que dirigirles y enseñarles lo que deben ser como musulmanes y como ciudadanos que forman parte de esta sociedad y de la humanidad. Por eso el viernes, en la homilía, hemos hablado de la actualidad, de lo que pasó en París, porque no cabe duda de que en todo el mundo están hablando de este suceso.
¿Cuál es su postura ante el ataque que acabó con la vida de dieciséis personas?
Como uno de los 1.400 millones de musulmanes que hay en el mundo, lamento mucho que el causante de lo que ha ocurrido en Francia sea un musulmán. Porque el Islam no es así, es totalmente diferente a lo que hacen algunos musulmanes. Nosotros amamos la vida, no amamos la muerte.
Si esto es así, si el Islam promulga el amor por la vida, como usted dice, ¿cabe pensar que estas personas hacen una interpretación errónea del Corán?
Todos la humanidad procede de un mismo origen creado por Alá. Todos procedemos de Adam y Adam procede del polvo, de esa tierra que puede ser blanca, negra, fértil o muy dura. Lo mismo ocurre con los seres humanos. Hay individuos que, a pesar de tener la misma naturaleza, se convierten en hombres extraviados, diferentes al país o a la comunidad a la que pertenecen, con un ideal distinto y especial para ellos que les empuja a creer y hacer ciertas cosas.
Usted habla de individuos, pero hay teorías que aseguran que cada vez hay un mayor movimiento yihadista. Y a su vez también se habla de la consolidación de la islamofobia
Es verdad que cada vez hay más personas extremistas y una de las causas son las informaciones que reciben los jóvenes a través de Internet. Porque antes, estas ideas no se podían inculcar sin estar frente a aquellos que las enseñan, pero ahora no es así. Pero hay que tener en cuenta que Alá nos creó con dos ojos para ver. Y no se puede mirar únicamente con uno de los ojos y ahora el mundo mira tan solo con un ojo a los musulmanes, es decir, mira a la parte extremista. Los musulmanes somos millones en el mundo y los extremistas tan solo miles. Son minoría, por eso no se debe tachar a todos los musulmanes de radicales. En el caso de Canarias, los musulmanes están mezclados con el pueblo canario desde hace décadas y saben que somos pacifistas, que amamos la vida que hay aquí. Tenemos relaciones y vínculos con nuestros vecinos. Nuestra comunidad, aquí en la capital, es tranquila, razonable. El que tiene ideas radicales no está entre nosotros.
¿No hay radicalismo aquí?
El papel de los imanes moderados en las mezquitas, que estudian y enseñan la ciencia islámica es importantísimo. Llevo 20 años en Canarias y he educado a generaciones aquí y ni uno con ideas contra la sociedad. Son musulmanes benditos y buenos que se mezclaron con la gente de aquí y por eso no tengo ningún miedo, porque somos hermanos y el hermano no puede atacar a su hermano, a no ser que sea un demonio y los canarios no son un pueblo endemoniado.
¿Son algunas mezquitas centros de donde sale este tipo de adoctrinamiento?
No. Ellos no salen de la mezquita. Los radicales reafirman sus ideales en lugares alejados de las mezquitas, porque ellos no las aman ya que saben que los imanes no permiten este tipo de ideas en ellas. Reciben esta formación en sitios secretos, pero en las mezquitas no, no y rotundamente no.
¿Qué cree que puede pasar por la mente de un joven para volverse tan extremista?
Hay muchas causas para convencer a estos jóvenes. La primera es hacerles sentir que los musulmanes viven muchas injusticias, que hay islamofobia y que atacan a los mensajeros de los musulmanes. De ahí los jóvenes empiezan a sentir que tienen que evitar estas injusticias. Por eso es muy importante que el mundo ahora sea justo y moderado para no dar la oportunidad a los líderes radicales de convencer a estos jóvenes con ideas que son malas. Mira, Mahoma, Jesús, Moisés, todos los mensajeros y profetas tienen santidad y las Naciones Unidas deberían poner leyes que prohiban atacar a estos santos para evitar herir la sensibilidad y los enfados de sus seguidores. ¿Qué beneficio da insultar a Jesús o Moisés? Eso genera envidias y rencores. Hay personas que aman a esos mensajeros y no debo darles la oportunidad de conflictos. Y después, al que está fuera de la ley hay que darle un golpe fuerte.
¿No teme usted que el pensamiento radical pueda cobrar más fuerza?
El miedo nos controla. No hay que extender el pánico, porque en este caso ellos triunfan, porque el que ama la muerte desaparece. Por eso hay que estar tranquilos, porque además estamos en un país que tiene seguridad. Yo estoy tranquilo, no tengo miedo de nada, porque los musulmanes somos gente de paz.
¿Cómo cree que el Islam puede recuperar la confianza que ha perdido en Occidente?
Los medios de comunicación tienen un papel muy importante en esa recuperación de la confianza. La prensa no debe exagerar lo que sucede y meter en el mismo saco a todos los musulmanes. No hay que equivocar a la gente y sembrar el miedo en sus corazones. Los doctores del Islam también tienen la responsabilidad de dirigir correctamente a los jóvenes y enseñarles el Islam correcto.
La última pregunta tiene que ver con la fe. Estos individuos dicen actuar "en nombre de Alá". Pero, ¿usted cree que Alá o Mahoma estarían de acuerdo con este tipo de acciones que se traducen en muerte?
No, sea musulmán o no, lo que hace la gente de mal no cabe dirigirlo ni al Señor ni a los mensajeros. Alá el Altísimo quiere la paz para nosotros y nos envió a los mensajeros para extender esta paz, pero hay hombres que se descarrían de este camino.
